Cuentos y relatos

 Me cuesta mucho, por pudor amical, recomendar este librito firmado por un buen amigo que hace ya ¡veinte años! emprendió la aventura solitaria de confinarse voluntariamente en un piso durante un año y salió airoso del lance.Este es un relato de algunos de los sentimientos y circunstancias que confluyeron en aquella acción y que, ahora, con el confinamiento masivo de la población ha salido a la luz por expresa voluntad de mi amigo Ian, con lo que se anticipa a posibles escritos sobre eso, que estarían faltos de perspectiva, Compartid ...

  Qué hermosas las manos de mi madre, si han hecho ricas y amorosas comidas para nosotros, ha cuidado de esposo, hijos y nietos, aún de su primer bisnieto, han lavado ropa cuando se echaba a perder la lavadora, vi a mi madre echar cepillo a los blue jeans nuestros y me enseñaba a mí cómo hacerlo, las vi lavar camisas de papá, pañales de mis hermanitos, sábanas y hermosos manteles de fiesta, coletear la casa, limpiar con energía la cocina, manos que le daban de comer a nuestro perro pastor Bronco.  Ësas manos sacaron...

 Quién pudiera detener el paso del tiempo? Seguramente si alguno de nosotros tuviera ese poder lo haría. Detener el tiempo es un sueño de muchos. Fue el sueño de Serafín Torres. Hombre de campo. Dueño de todos los paisajes sin mas armas que sus ojos mansos. Gustaba de levantarse temprano y ver los amaneceres. El mate en sus manos rudas, torpes, quizás, irradiaba mas que un tibio placer matinal. El mate era su compañia. Su eco y su oyente. Desde un avejentado banco de madera se permitía ilusionarse y, a veces, pocas veces,...

 Quien gritará mis versos cuando yo detenga mis huellas?.  Quizás algún niño teñido de soles y estrellas se tiente a leer mis relatos y se halle en los mismos caminos que yo abrí con mis sueños. Sueños que ese niño recogerá para hacerlos suyos. Yo callaré algun día. El alma azul de mis letras se tornará gris, pero seré color y alegría en los ríos y las sierras. Seré beso y pasión de los duendes de la memoria y ellos gritarán mis versos. No habr&aacu...

 Me tendría que haber dado cuenta en el momento en el que sucedió. No hablo del típico canto de las aves, o el aroma de las flores, ni de los colores difusos que surcan el cielo. Me refiero a eso que no puedes describir, a lo que ocurre dentro de ti cuando lo sabes, cuando finalmente notas que estás enamorado.

Veo esta imagen y mi impulso es enorme, tengo que hacer una historia. 

Mi tío Pascual observó aquella luz proveniente del rincón del garaje. Tuvo la premonición de que aquello era la señal de un entierro.