 | · ¿Cómo estas bella dama?
· Hambrienta, deseo sentir la sangre que tus labios me ofrecen, bésame y dame felicidad.
Cuando recuperé la conciencia me di cuenta que estaba sucumbiendo al mal, cada vez que besaba a Zornex y hacía el amor con él me acercaba más y más a su mundo, ya deseaba sentir mi boca repleta de sangre, morder y ser como ellos. No lo podía permitir, debía ser libre. Esto debía terminar.
Pasee por el pueblo sola, mientras Zornex dormía, era de día y observé a la gente del pueblo, sus vidas estaban vacías solo existían, no se preguntaban nada, no se atormentaban por nada... si seguía allí acabaría como ellos... no quería que eso me pasara a mí, tenía que irme y abandonar por siempre ese mundo. Me preguntaba que iba a ser de mí si me marchaba, no podría volver a ver la luz del sol, el mundo que conocía ya no iba a ser el mismo. Maldije el día en el que decidí irme de mi ciudad, de mi casa. ¿Por qué lo hice? No podía recordarlo, solo una cosa me asustaba ese sabor que me recordaba a algo, temí que tuviera relación con lo que me había hecho huir. Decidí que debía descubrir mi pasado y para ello tenía que abandonar a Zornex.
Volví al templo y le observé durmiendo, parecía un ángel..., pero tenía que decirle adiós. Le besé intentando sentir por última vez esa felicidad, y me alejé sin despertarle, lloré mientras me alejaba del pueblo. Volvería cuando supiera la verdad, "espérame amor tú sabes por que lo hago" me dije "y entonces aceptaré lo que soy, dejaré que mi corazón viva, dejaré de ser yo". El sol se ocultó cuando abandoné el lugar, ya era una criatura nocturna, y por mucho que intentara luchar contra ello no podría hacerlo ¿por qué me marchaba entonces? Por que le amaba, solo por eso, por que no deseaba ser suya sin saber quien era realmente. Volvería cuando lo supiera aunque tardara años. Sí eso haría, ese era mi consuelo, eso era lo que mi corazón deseaba oír, y seguro que él me esperaría, lo haría, seguro que lo haría....
El sol comenzaba a salir y sentí como mi piel se quemaba, era una criatura nocturna y la luz era mi enemiga. Era una criatura nocturna y comenzaba a ser de día. Era una criatura nocturna, lo era.
Epílogo
Zornex, supo de la muerte de Orion, y decidió que no deseaba seguir viviendo, abandonó el pueblo y murió igual que su amada. El milagro de la oscuridad finalizó por última vez aquel día después de tantos años. Todos continuaron siendo monstruos, pero sus vidas como humanos encontraron paz al fin, aunque su alma oscura, su alma de vampiros nunca murió. |  |