 | Entonces, debes decidir. Pero que sepas que si marchas de aquí ya nunca más volverás a ver la luz del día que tanto aprecias, salvo cuando decidas morir, ya que serás una criatura de la noche como todos los de mi clase y a los que tanto rechazas.
Volví a sentir ese extraño dolor que recorría mis venas, y tuve miedo de olvidar. No lo hice, mi corazón no quería que olvidara. Zornex permaneció en el templo, debía dormir, había dicho él, pasar los días en vela le hacían perder fuerzas. En ese momento supe que durante el sueño profundo él era vulnerable y podía morir. Tuve miedo, el mal ya estaba entrando en mi.
El sol estaba alto cuando despertó, yo estaba en la playa, pensando en lo que había sucedido en los últimos días, sin recordar aun nada de mi pasado, llegó estando de espaldas y se sentó a mi lado, su pelo largo y oscuro oscilaba al viento mientras jugaba con un puñado de arena.
· "Vivirán como marionetas mientras el sol brille y en el momento en el que la oscuridad caiga sobre sus vidas, despertará la parte de si que más repudian, pues todo aquel que sueñe que es un monstruo lo es en el fondo de su corazón" Así habló el chaman al ver lo que había sucedido en ese día de primavera hace 467 años. "Y tú, que eres el culpable de la desdicha de esta gente, que tu sufrimiento sea eterno y jamás puedas sentir paz"... Te llamas Orion, vienes de muy lejos del norte, huiste de tu ciudad, hace algunos meses y desde entonces vagas sola, aun no se porque lo hiciste ni como atravesaste la barrera que el chaman impuso, pero estas aquí y eso implica que tienes un alma oscura, un alma de Vampiro.
No supe como reaccionar, de repente las cosas habían cambiado, tenía origen, pasado y lo más importante un nombre.
· ¡Lo sabías desde el principio, y me lo ocultabas!
· Tú no deseabas recordar, y sigues sin querer hacerlo, te sientes segura en el desconocimiento como las gentes de este pueblo, quizás es por eso por lo que pudiste llegar hasta aquí, a veces ellos no recuerdan ni su nombre...
|  |