Quien mas quien menos tiene su propia droga, ese fármaco, esa pastilla de café con leche, como mi tia Eduvigis, ese Lambrusco, recien importado de Italia, de mi tio-abuelo Oscar, ese "peti-chuí" de mi primita Gwen o esa Wii de mi querida Lin Yun. Todos, en mayor o menor medida, estamos enganchados a algo; otra cosa es reconocerlo. A mi, por ejemplo, me chiflan los guisantes frescos con mostaza de Dijón (receta propia) y me aplico tanto cocinándolos que pierdo la noción del tiempo, concentrado como estoy en los trasiegos culinarios.
Mi tia Laura no podía pasar sin la aspirina: era una aspirinómana empedernida. Pero una cosa es tener aspiraciones(¿verdad Pocholo?) y otra ser feliz con la aspirina, ese analgésico de andar por casa que nos ha librado de tantos dolores de cabeza. MI tía Laura - a quien tengo pensado dedicar un post completo - gracias a la aspirina lucía simepre una media sonrisa socarrona que me hacía sospechar que el analgésico no era lo único que ingería por via oral. Pero estaba equivocado; ahora nos enteramos, según informa la comunidad científica, que algunos analgésico como el Paracetamol podrían servir para aliviar los males del alma. ¡Ayyy los maales del aalmaaa!, que tristes nos ponen, como los tangos y los fados portugueses. Sin embargo, señoras y señores, recien llegada de la Universidad de Kentucky (la capital del pollo frito, con permiso de Ramoncín) la noticia de que algunos analgésicos, además de para los dolores y la fiebre, podrían servir para mitigar "el sufrimiento emocional" nos llena de orgullo y satisfacción. Ahora comprendo la sonrisita permanente debajo de las gafas graduadas de mi tia Laura, si señores. Ella se avanzó a la investigación científica corroborando con su permanente bienestar las virtudes de la aspirina para algo mas que para su eterna jaqueca. Ella, con su porte distinguido y su talante risueño, nos dió una lección a todos, pero nosotros no la creimos y se llevó su secreto a la tumba. Ahora, desde Kentucky, el descubrimiento de las bondades de ese medicamento, tan simple que no necesita ni receta médica, viene a ser el espaldarazo definitivo y el reconocimiento a esa gran mujer, avanzada a su tiempo, que fué mi abuela Edurne, la compañera de aspirinas de mi tia Laura.
Así que, una vez dejadas las cosas claras con la familia(que ya tocaba) dispongámonos a ser felices de por vida gracias a ese humilde preparado químico llamado analgésico, que nos puede ahorrar muchas visitas al sicólogo y, de paso, algún que otro quebradero de cabeza. Ese medicamente que hará tabla rasa entre las clases sociales, pues los pobres ¡ tambien tienen derecho a ser felices !.
¿Los analgésicos comunes podrían servir para aliviar la tristeza?
8 de diciembre de 2010, 07:00 AM
(www.neomundo.com.ar/) Los analgésicos como el paracetamol se compran libremente para distintos tipos de dolores físicos, como la jaqueca. Sin embargo, también podrían servir para aliviar el sufrimiento emocional, asegura un equipo de científicos de Estados Unidos.Los investigadores de la Universidad de Kentucky trabajaron con el paracetamol, un fármaco de amplio uso que alivia el dolor y disminuye la fiebre. Para averiguar si también diluye la tristeza, realizaron una serie de dos experimentos enfocados en el malestar que provoca el rechazo social.
DOS ESTUDIOS EN PARALELO
Como parte de su primera investigación, dieron 1.000 miligramos por día de paracetamol o de un placebo a voluntarios sanos. Ellos debían, cada noche, hablar del sufrimiento social que habían experimentado durante esa jornada, y se usaba una escala muy difundida entre los psicólogos de Estados Unidos para medir el dolor social. Se notó que la tristeza y las heridas emocionales disminuían paulatinamente, con el transcurso de los días, en las personas que estaban tomando el paracetamol. El grupo placebo, por el contrario, no experimentó cambio alguno. Las emociones positivas permanecieron de igual manera en ambos conjuntos de voluntarios.
En el segundo estudio se pidió a dos grupos personas sanas que tomaran 2.000 miligramos diarios de paracetamol o placebo. Recién a las tres semanas se les pidió que acudieran al laboratorio para participar en un juego de computadora que estaba retocado para que todo participante sintiera un fuerte rechazo social. Mientras estaban sentados frente al monitor se midió su actividad cerebral a través de un equipo de imágenes de resonancia magnética funcional. Se observó que los voluntarios que habían tomado paracetamol tenían respuestas neurales menores al rechazo social.
Nuestros hallazgos sugieren que, al menos temporalmente, el dolor causado por el rechazo social puede ser mitigado por analgésicos de venta libre que se usan frecuentemente para padecimientos físicos, escribieron los investigadores en su informe final. Sin embargo, advirtieron que no recomiendan a ninguna persona que tome este tipo de analgésicos cuando está triste, ya que se requieren más investigaciones sobre el tema antes de llegar a una conclusión final.
Los autores arriesgaron que la explicación a este doble efecto del paracetamol se encuentra en la superposición de las vías neurales que siguen el dolor físico y la tristeza emocional en el cerebro.
MAS NOTICIAS CURIOSAS en WFL news, el periódico digital multimedia:
Fuente:
http://paper.li/wizfun/1315752719#