"Viaje de fin de curso realizado por Bartola y sus amigos"
No se puede negar que los viajes de fin de curso son, a la par que el mejor pretexto para correr una juerga padre (sin padres), una acumulación de malos hoteles y guías torpes y extraviados (por no citar otras desgracias). Sin embargo, tras recorrer durante diez intensos días gran parte de la geografía italiana, adquirí cierta experiencia en lo que a viajes se refiere, y fruto de ella son las siguientes recomendaciones, dirigidas al - posible - futuro visitante de Italia:
-En el caso de querer comprar postales, buscar en los distintos establecimientos de una misma zona, plaza o calle, con el fin de no ser descaradamente timado.
-Armarse de valor y paciencia (en casos extremos, también una buena dosis de tranquilizantes) para verse atacado, perseguido y acosado por los cientos de vendedores que deambulan por los calles, sobre todo en Roma.

-Subir a todas las cúpulas, torres o miradores que se topen durante el trayecto (y preferiblemente a pie, que un poco de ejercicio nunca viene mal).
-La pasta con tomate y carne, no lo niego, es un plato sabroso y muy nutritivo, pero existen decenas de combinaciones originales que no se encuentran en nuestro país: aproveche la ocasión, haga una ruta gastronómica.
- No puede dejar Roma sin visitar la
capilla Sixtina, pero en ella no haga fotos: le garantizo que, en un 90% de los casos no se revelarán. Asegúrese que no coincida el día con ninguna festividad; no por el peligro de ahogo, claustrofobia o mareos debido a la gran afluencia de turistas: sencillamente estará cerrado.

-Prudencia al cruzar, no olvide que se encuentra fuera de España. Sobre todo, procure hacerlo en pasos de cebra con semáforo, y durante el período permitido para los peatones. En el momento en que el señalizador comience a parpadear, recuerde el dicho
"Piernas, ¡para qué os quiero!". -En Venecia, no sea cutre: busque un hotel un poco caro, pero asegúrese de la presencia de elementos tan esenciales como una ducha o toallas. La televisión, minibar, etc… ya son lujos casi inalcanzables (económicamente hablando).
-No se marche sin probar los helados.
-No caiga en la trampa: "Merengata" no es leche merengada, sino que se trata de nata montada con canela.

Así, les deseo disfruten tanto como nosotros en sus vacaciones. (Bon voyage!)