Viaje realizado por Les, Hortén, Vicky, Pablo, Miguel.
Sábado, 14/10/00 - (EL VUELO)
Ya son doce horas de viaje, nos encontramos volando entre Miami y Cancún, falta aproximadamente una hora de vuelo. No lo sabíamos pero, hicimos escala en Miami, por suerte no hemos tenido ningún problema parecido al de Cortés; es la primera vez que piso suelo norteamericano, pensé que nunca tendría que hacerlo. En estos momentos le hemos ganado al día 6 horas, atravesamos la esfera del reloj diametralmente.
Llegamos de noche al aeropuerto de Cancún, el hotel que nos sugiere el taxista no es gran cosa, pero está limpio y céntrico. Salimos a cenar unos tacos con unas cervezas y nos acostamos temprano.
Domingo, 15/10/00 - (VALLADOLID)
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Iglesia de Valladolid |
He pasado mala noche, me encuentro resfriado y tengo tos, me duele la cabeza; la ducha me ayuda un poco a recuperarme, desayunamos muy bien en 100% Natural, un restaurante vegetariano; una aspirina y un zumo de apio, perejil, manzana y naranja, terminaron de arreglarme la cabeza.
Ahora estamos en el autocar camino de Valladolid, 150 Km por autopista, un viaje cómodo. Nos alojamos en un hotel menos cómodo que la noche anterior pero el precio es la mitad que en Cancún. En el hotel alguien ha olvidado el despertador encendido y me está machacando el cerebro, espero que por la noche no siga sonando. Estamos pendientes de contratar una combi que nos lleve al cenote Dzitnup y al yacimiento de Chichén Itzá.
Lunes, 16/10/00 - (VALLADOLID - CHICHÉN ITZÁ) |
Castillo de Chichén Itzá |
Salimos temprano, a las 8 AM nos espera Daniel con un taxi pequeño, nos llevará por 450 Pesos al yacimiento y a dos cenotes. Llegamos temprano a ver las pirámides de Chichén Itzá, prácticamente estamos solos, el día es brillante y de momento la temperatura agradable, pero mientras pasan las horas sube la temperatura. El conjunto monumental está muy bien cuidado y restaurado, se presta a paseos muy agradables pero no tiene ese halo misterioso de los templos del sol del altiplano peruano; es posible que se deba a que mi predisposición no es la misma que entonces. Al regreso de las ruinas pasamos por el primer cenote, es el que está arreglado de forma mas espectacular,
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Templo de los Guerreros |
el hueco de la bóveda es mas grande y deja pasar el sol hasta el agua y unas finas cascadas caen desde el techo; Pablo se da un chapuzón el en agua, el resto no, por miedo a la esquitosomiasis. A 15 Km de Valladolid visitamos el segundo cenote, el de DzitNup, Daniel nos dice que su nombre es en lengua Maya y quiere decir: Dzit, una y Nup pareja, "Una pareja", debido a que al lado hay otro cenote más; bajamos al cenote que en esta ocasión es mas oscuro, la bóveda está totalmente cerrada a excepción de un pequeño orificio en su parte central que ilumina un punto del centro del lago, la humedad es muy alta pero la temperatura es fresca. Al salir de los cenotes siempre se nota un tortazo de calor que unido al sudor del esfuerzo de la ascensión produce un efecto un tanto desagradable. Regresamos a Valladolid a la hora de comer, Daniel nos recomienda el restaurante de comida yucateca "La luna", al poco de entrar Hortén y Vicky se percatan rápidamente
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Cenote |
del buen aspecto que tienen el cocinero y otro empleado de la casa, rápidamente se los reparten y planean el ataque. La gente de este país es seria pero muy cortés y de trato agradable; los jóvenes, según nos comenta David, suelen casarse muy temprano y tienen varios hijos, demasiados a los ojos de un europeo. Pasamos un momento por el hotel, a primera hora de la mañana lo habíamos cambiado por el "Don Luis", mas caro pero sin los ratones que en el anterior nos acompañaron toda la noche; nos damos una ducha rápida y salimos a dar una vuelta por Valladolid; descubrimos la plaza de las 5 calles, la calle del fraile, tranquila y colonial nos lleva hasta el convento de Sisal, la construcción cristiana mas antigua del Yucatán; regresamos ya de noche y hacemos un segundo intento mirando la carta del restaurante "La Chispa", en esta ocasión miran las chicas y deciden que hoy se cena allí; el sitio es con un ambiente muy agradable, decoración acertada de una construcción colonial restaurada, los precios moderados y la comida francamente buena, Vicky y Hortén ya están por el camarero que parece ser que les gusta; teníamos la intención de probar unos cócteles margarita, pero Hortén nos dice que nos costarían mas que la cena así que dejamos la idea de los margaritas y cenamos muy bien por 1.000 Ptas. por persona; terminada la cena, en el restaurante nos ponen el vídeo del concierto de Maná, Les y Pablo marchan a la plaza a ver los fuegos artificiales y Vicky y Hortén deciden tomarse un margarita, se ríen pensando que Pablo pueda pillarlas con el cuerpo del delito en la mano, y así sucede poco después... Pedimos margaritas para los otros tres, terminamos de escuchar el concierto de Maná y nos vamos a dormir.