| Dentro de la catedral está la sala capitular, un lugar que anteriormente era de reunión para el clero, pero que esta preciosamente decorada: sus ventanales, capiteles, columnas, aunque la joya del lugar es la Carta Magna. La Carta Magna fue el documento que el rey Juan de Inglaterra (conocido como Juan sin tierra), se vio obligado a firmar y en la que reconocía los derechos de las personas, que nadie podría ser encarcelado sin juicio previo, que la iglesia sería libre y que tendría sus libertades enteras, etc... Una manera de abolir el poder absoluto que disfrutaban los monarcas en la antigüedad. De esta carta tan solo sobreviven 3 ejemplares. Está escrita a mano en latín, con muchas palabras abreviadas, y en la sala hay información sobre todo el contenido de ella en varios idiomas. Merece la pena visitarla, de veras. Saliendo de la catedral y después de tomar un café y un trozo de tarta en la cafetería de la catedral, recorrimos algo más el encantador pueblo de Salisbury. Regresamos a la estación y de nuevo hacia Londres. Ya en la city, cogimos un metro, para irnos a pasear por el popular barrio de Notting Hill. Parecía que estuviéramos en otra ciudad. Sus calles tranquilas, casi desiérticas. Paseamos por la calle Portobello, donde por las mañanas se realiza un mercado callejero. Y es cierto. Notting Hill tiene un encanto especial. Cenamos en un restaurante brasileño, Rodizio, donde comimos más de lo que debiéramos…carne y más carne de todo tipo, que los camareros traían sin parar. Después de cenar, un paseo por las calles mas transitadas de Notting Hill, donde los turistas (muchos españoles) habían tomado por su lugar de paseo. Tiendas abiertas hasta las 10 de la noche, y mucho bullicio, mucho… Un autobús y a dormir. Mañana más.
4ª DIA……MARTES 2 DE AGOSTO…….LONDRES LOS OJOS DE LONDRES….
Hoy a priori teníamos el día completo, y sin movernos de la ciudad. Optamos por coger el pase diario de bus, más barato que el de metro, (4.50 euros) y nos fuimos hacia el museo Británico que además es gratis. Desde siempre todo lo relacionado con Egipto me ha fascinado y si algún lugar tiene la colección más inmensa de arte egipcio, este es el museo Británico. Mucho control en la entrada, te revisan hasta el monedero. Al entrar, primera duda… ¿por donde empezar? Con la ayuda de un plano decidimos empezar por mi debilidad. Egipto.
El museo tiene 3 plantas, y en cada planta un montón de salas con diferentes estilos y países. Lo primero que vimos, fue la piedra roseta, descubierta en 1799 y que data del año 195 a.c. Está protegida por un cristal, para que nadie la toque, y todos los turistas que accedíamos al museo nos fotografiábamos con ella. Una especie de escalofrío se apodero de mí, mientras me paseaba por aquellas salas llenas de esculturas, de sarcófagos, de imágenes, robadas, compradas o expoliadas de Egipto. En la sala de las momias y sarcófagos, se queda uno con la boca abierta. En cada sala, una exclamación más de asombro. Impresionante todo lo que hay alli. Al llegar a la zona de Grecia, el asombro es mayor. El Partenón griego se haya en una sala inmensa en el museo. Recorrer sus estancias es realizar una clase práctica de culturas, civilizaciones, arte….se empacha uno de arte. Grecia, Mesopotania, Roma, Egipto, Asia, América... todo el mundo tiene su lugar en el museo. Hay además salas pequeñas con colecciones de relojes, de armas… El museo es para estar todo un día, y otro, y más… y volver cada día a contemplar una sala, o un país…pero el tiempo no era de lo que mas teníamos, y con mi curiosidad algo más calmada, nos fuimos del museo hacia el Hyde Park. Queríamos entrar por el Speak Corner, pero esta algo complicado acceder directamente.
| |