La culpable

LA CULPABLE

Por esas cosas que el destino nos depara, un día del cual no recuerdo con exactitud, “La Culpable” fue mía, fue algo así como querer sin queriendo, dudando. Parece que la tentación y mi intuición se hubieran puesto de acuerdo que me hicieron decidir para elegirla entre muchas opciones.  

Los días siguientes la disfruté mucho y me deleité hurgando ávidamente sus entrañas, acariciándola con mis ojos, recorriendo sus líneas, regocijándome con sus encantos y emocionantes tramas, secretos y fino relato.   Al culminar quedé mucho mas que satisfecho de lo que imaginé y me hice la promesa que en tiempo más breve posible, reencontrarme nuevamente con mi querida y fiel compañera para deleitarme nuevamente con la agradable sensación que me hizo vivir.  

En realidad fue un factor de pura suerte encontrarla, aquel día cuando caminaba acompañado de mi querida esposa por una calle de la capital, logro divisar a un soñoliento librero que en la vereda ofrecía lo que talvez no se imaginaba la joya que tenia como oferta, entre las pequeñas rumas de viejas revistas y libros desgastados con hojas amarillentas, “La Culpable” de Guy Des Cars parecía ocultarse, como se oculta entre el follaje la flor mas hermosa, o como se preteje la rosa entre las espinas; yo sin conocer sus bondades la hice mía y la rescaté quizá sin pensarlo de la indiferencia y el olvido.