Hoy mismo, el conocido inversor Soros compara la URSS con la Unión Europea, que acabará desintegrándose por culpa de la crisis y la desaparición del euro. Deberíamos aprender de los errores, antiguamente en el mundo existían dos bloques, Estados Unidos por una parte y Rusia por la otra.
Rusia empezó a sufrir convulsiones internas provocadas pornacionalismos extremos y la llevaron a su desintegración. Esta desintegración tuvo consecuencia guerras, enfrentamientos sangrientos entre facciones nacionalistas y por último la destrucción total de la que fuera una de las primeras potencias.
Es evidente que si trasladamos esto a nuestro país la similitud es bastante patente, un país que pudo haber sido potencia en algunos aspectos quedara reducido a cenizas por el afán de notoriedad y la tremenda avaricia de los que, con falsos pretextos nacionalistas no pretenden otra cosa que enriquecerse más de lo que lo pueden hacer ahora, ya que hoy en día no les queda otra que repartirlo con terceros y el pastel es demasiado apetitoso como para repartirlo.
Por otro lado tenemos el tema del euro, un sueño de una noche de verano, en el cual todos los países eran iguales, con los mismos derechos y deberes y que de facto se convirtió en una horrible pesadilla en la cual la mayoría de países vio sus obligaciones aumentadas pero no así sus derechos.
Pero el ser humano no parece aprender de sus errores más que para lo que le interesa. Está bastante claro que la situación actual es totalmente insostenible y nuestros políticos no están haciendo otra cosa que intentar “sacar del barco” todo lo que pueda servirles a ellos antes de que su hunda junto a sus pasajeros y tripulación, y el capitán de nuestro barco será el primero en ponerse a salvo, siempre ayudado por aquellos que en un futuro le traicionaran, pero hoy en día forman parte de sus “amigos” simplemente para obtener lo que ellos quieren.