Hay películas que te llaman la atención de una manera especial. Este es el caso de una producción programada varias veces por televisión, pero siempre en horarios "intempestivos". Su título: PARAISO PARA TODOS, de Alain Jessua, aquel inconformista que, junto a Malle, Agnes Varda y otros, en la Francia de los 70, consiguió la etiqueta de "cine de autor" para sus obras.
Iba la cosa de un empleado de aseguradora que intenta suicidarse pero fracasa en su intento. La compañía decide- junto a la policía- que lo mejor para él es que visite a un eminente siquiatra(Dr. Valois) que ha descubierto un sistema llamado "flasheado"- para eliminar la angustia- pero que todavía esta en periodo de ensayo.
Alain, el protagonista,(curiosamente el nombre coincide con el del realizador) se siente muy bien desde el momento en que termina la aplicación del tratamiento. Otras personas-pocas - han sido también "flasheadas" y desaparece por completo de sus mentes aquello que les causaba angustia y malestar; aunque para la sociedad- incluidas sus familias - parecen insensibles porque jamás reaccionan de forma violenta sea cual fuere la situación.
Dejemos aparte los detalles, que son muchos y sabrosos, para centrarnos en la cuestión. ¿Hasta que punto son interesantes los paraísos artificiales?. ¿Que sucedería si la "panacea universal" fuese administrada a toda la población mundial? Se imaginan a los trabajadores de una empresa E, despedidos sin remisión, pidiendo perdón por sus impertinencias con cara de beatitud. Y los socios del Barça, o del Madrid- pongamos por caso- que, aunque su equipo perdiese por goleada, mostraran una cara de felicidad inefable porque su cerebro les impide cabrearse. ¿Que sería de los parados en la cola del INEM diciendo: "... nos hemos acostumbrado a disfrutar de lo que tenemos olvidando lo que no tenemos?..."(que es trabajo). ... Y los líderes mundiales, sin un roce ni un Afganistan o Irak que llevarse a sus misiles, quedando "... el fin de semana en tu casa el próximo en la mía...", acompañados por sus respectivas. Y.. y ... vayan añadiendo lo que se les ocurra. ¡Oh!, perdón. Se me olvidaba explicarles que el Dr. Valois antes de experimentar con seres humanos lo había hecho con simios, quienes, en un momento determinado, empiezan a mostrar una actitud extremadamente violenta, agrediendo a todos cuantos se les ponen por delante, incluso a sus compañeros de jaula.
¡Ah, amigos! ... el mismo tratamiento que transforma a los seres humanos-de por si infelices - en la viva imagen de la felicidad, produce el efecto contrario en los simios, animales irracionales. Y a uno, que es lego en materia científica, le parece que la causa radica en que el "flasheado" afecta a la zona cerebral que rige los impulsos irracionales. Para un animal esos impulsos son vitales. El ser humano, por lo visto, puede prescindir de ellos(siempre hablando desde el punto de vista de ficción científica que plantea el film). ¿ O no es tan ficción? ...
En una sociedad egoísta por obligación, consumista por decreto-ley, aparente porque así nos enseñan que debe ser, el "flasheado" nos lo proporcionan- a muy alto precio, por cierto- quienes manejan los hilos del poder económico/socio/político desde los medios de comunicación, sobre todo la televisión, su tribuna favorita para "flashear" a placer y sin escrúpulos. ¡Compre!, ¡Venda!,¡Consuma! ...
El "flashing" en manos de quienes todos tenemos en mente nos convertiría en androides sumisos como ya preconizaron en su tiempo Aldoux Hushley y Heinrich Böll sin ir mas lejos.
Y... el futuro ya está aquí...