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Expectativas

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Muchas veces tenemos temor de generar expectativas sobre algún evento a ocurrir porque, si las cosas suceden de una forma diferente a lo planeado, se puede despertar la decepción en aquellos a quienes amamos o en nosotros mismos.  Ese temor se fundamenta en nuestras experiencias pasadas, donde cada desilusión se anido en nuestro corazón tiñendolo de frustración y a veces cargando de tristeza el alma. Y es que este mundo esta lleno de expectativas aunque a veces nos negamos a verlas por el temor de finalizar el día con pobreza de alegrías. Por tal motivo decidimos descartar de antemano el  generar expectativas sobre lo cotidiano. Esto incluye la convivencia familiar, el trabajo, los amigos y cualquier cosa que desde nuestro punto de vista carezca de atributos para considerarse espectacular, fabuloso, fantástico, asombroso, increíble o sublime. De tal modo que si alguno de los eventos ocurren en forma desfavorable de ninguna manera van a ser justificación para mostrar una mueca de decepción. Ademas, como parte de nuestra defensa y para complementar la falta de expectativas, decidimos aplicar un menor esfuerzo en lo que hacemos para tener un punto de justificación del porque sucedieron las cosas. Desde nuestro punto de vista es valido, considerando que además hay demasiados factores que influyen en los resultados y que están fuera de nuestro control. 

Como padre, tiendo a proteger a mis hijos tratando de generar un mínimo de expectativas sobre algún evento o situación especial, aludiendo que me dolería mucho verlos cargando con alguna decepción. Por lo mismo, trato de suavizar y por que no decirlo, minimizar las expectativas para no sufrir las consecuencias. Me convenzo de que voy a servir de esponja para las frustraciones que pudieran surgir y las absorbo con la aceptación de un mártir. Si es un partido de fútbol del equipo de mi hijo, le pido que haga su máximo esfuerzo pero encuentro palabras para esconder cualquier exitacion sobre el evento. En el dado caso de que lo vea fallar una jugada o una ocasión de gol, absorbo la frustración y le sonrío diciendo: ¨ No importa, fue mala suerte¨. Al final del partido estoy tan cargado de frustraciones que, me tiemblan las piernas como si cargara algo muy pesado. Pero mi hijo se da cuenta de ello y lo cuestiona y ademas comparte la carga, sin importar lo que le argumente maquillando la amargura. Y lo patético es que le pido que se esfuerce al máximo sin generar expectativas, esto es, le pido que corra pero que no llegue a ningún lado.   Los aniversarios pueden ejemplificar mas claramente lo contradictorio de eliminar expectativas. Cuando se acerca nuestro cumpleaños, nadie puede estar mas consciente de ello que nosotros. Significa cumplir un año mas de vida, recibir felicitaciones y manifestaciones de cariño. Quizás incluya una fiesta sorpresa, regalos o hasta un viaje. Esperamos ser el centro de atención y ser sujetos a un trato muy especial. Pero conforme se acerca el día, la mayoría de esas pretensiones, como despectivamente pudiéramos llamarles, están ocultas en alguna parte de nuestro cuerpo. La idea es que , teniendo pocas expectativas, todo lo que venga va a ser grandioso y en caso de que no ocurra, no habrá tampoco frustraciones porque se esperaba muy poco de otros. La decepción aparece de todas maneras porque, aunque recibamos cosas, las consideramos poco comparado con las expectativas escondidas y, en caso de no recibir, nos damos cuenta que las expectativas estaban ocultas pero no eliminadas.   ¿Que tal si decidimos ver claramente todas nuestras expectativas?Pero no solamente eso, también decidir hacer todo lo posible por cumplirlas y en vez de mostrar decepción al no verlas realizadas, recoger lo valioso del esfuerzo y los pequeños fragmentos de satisfacción al termino del día. Necesariamente tengo que decir que hay pensamientos que de inmediato pugnan por mantenerme inerme. En primer lugar, tendría que levantarme temprano, llenarme de fuerza y valor para afrontar el día y contagiar a el resto de la gente de esa energía. También tendría que ordenar mis expectativas según su importancia y hacer un esfuerzo sobrehumano por lograr avanzar al máximo para aprovechar el tiempo. Seguramente terminaría tan agotado y cansado que al día siguiente tendría que levantarme tarde y descansar sin pensar en nada relevante, solamente vegetar y dejar pasar el tiempo en forma relajante. Pienso que eso es lo que realmente hacemos. Vamos como entre empujones y cuando vemos un claro, avanzamos con la mínima satisfacción porque, sabemos de antemano, que después de varios pasos volveremos a encontrar ese ahogo y decepción y terminamos atrapados. Dejamos de disfrutar de nuestras vidas porque eliminamos cualquier vestigio de aliento. Secuestramos nuestras expectativas, les tapamos la boca y cubrimos sus ojos y las torturamos para que no se atrevan a lastimar nuestros sentimientos. Al mismo tiempo queremos que alguien venga al rescate y libere aquellas que sean alcanzables para llenarnos de una satisfacción plagiada. pero para eso se requeriría de alguien excepcional que guiara nuestras vidas. Y aunque existiera lo descalificaríamos, para no generar expectativas.   Hace algunos días me enseñaron un papel que hablaba de milagros. Hablaba sobre panes y peces y entre palabras mezclaba desperdicio y abundancia y mencionaba semillas plantadas en tierra árida. Soy un hombre religioso pero al mismo tiempo mi formación académica me obliga a cuestionar cada palabra. Y cuando encuentro la reflexión de alguien que parece descifrar esa palabra, me regocijo al ver la claridad del agua. Los milagros reales van ligados a grandes expectativas y te demandan esfuerzo, perseverancia y fe infinita. Nunca hay desperdicio si podemos apreciar la abundancia y aunque sea escaso el fruto que emerja de tierra árida, debemos de ver con satisfacción la cosecha lograda. Tenemos abundancia de expectativas y las renovamos día a día. Cada momento cosechamos los frutos porque los logramos con esfuerzo, talento y amor. Las expectativas son sueños que se adaptan a la realidad sin perder su esencia y complejidad.  Hoy tengo grandes expectativas y una de ellas es que este texto pueda ayudar a alguien mas. Piensa en uno de tus sueños y déjalo en libertad y... si puedes y quieres compartirlo, tal vez te ayude a realizarlo o alguien mas se acerque a ti y lo haga.

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Autor: Macaco
Enviado por Martin2008 - 11/08/2011
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