Yo soy un estudiante que, gracias al programa de intercambio de la Universidad en la que estoy, logré ir a culminar mis estudios a Canadá. Pera ser más específicos, a Toronto, Canadá. Realmente quedé impresionado por todos los incentivos que le dan, en esta ciudad, a la educación; porque aunque fui solo para terminar mi carrera, no pude evitar sentirme tentado a llevar alguno de los cursos ingles Toronto que ofrecían; no pude tampoco evitar asombrarme por ver tantas bibliotecas en una sola ciudad (me enteré de que eran unas 99 en total, pero yo solo logré visitar unas veinte hasta ahora).
Es increíble saber que puedes tener materiales tales como libros, revistas, videos, CD’s o DVD’s hasta en 60 idiomas distintos. Eso fue lo que me dijo Andrea, una miga que hice acá. Ella es una estudiante de intercambio también, solo que ella es irlandesa. La conocí en la misma universidad en la que estoy terminando mis estudios; y aunque la invité a seguir el mismo curso de inglés que yo, me dijo que ya había llevado un curso ingles Dublin hace algún tiempo.
Bueno, Andrea me dijo esto de las bibliotecas, pero no le creí hasta que me mostró un mapa general de la ciudad. Luego de eso, para estudiar todo lo que teníamos que ver durante la semana, fuimos visitando poco a poco cada una de las bibliotecas que me mencionó, comenzando por la Biblioteca Central de Toronto. Creo que es una experiencia que podríamos catalogar de turismo bibliotecario; porque cada biblioteca tiene sus particularidades y si se acercan algún día a la Biblioteca Central verán que se le ve imponente desde cualquier ángulo.
Por cierto, no les dije que Andrea y yo nos conocimos en la Universidad de Toronto. Ahí estamos desde hace algún tiempo y creo que nuestra amistad va por buen camino, porque ambos somos muy exigentes en todo lo referente a nuestras calificaciones y desempeño como estudiantes. Además, compartimos más gustos de los que imaginé. Voy a conocerla mejor y a visitar las 79 bibliotecas que aún me faltan.