Otro cuentito para los mas chiquitos
Las aventuras de papá oso y su osito bebé
Esa mañana, papá oso había llevado a Ramiro, su osito bebé, a cazar mariposas.
En realidad las mariposas, muy coquetas, vestidas de muchos colores, se dejaban cazar ya que sabían que papá oso y Ramiro no les iban a hacer ningún daño, las cazaban, las acariciaban, las ponían sobre la sus narices y como ellas les daban cosquillitas, estornudaban y las mariposas salían volando alegres de nuevo.
Justo cuando corrían por el bosque, Ramiro, como ya sabemos que era un osito muy curiosito, levantó un papelito que estaba enganchado en un árbol de limones bizcos.
El papel, que se veía muy antiguo, tenía un rarísimo dibujo.
Ramiro, que miraba y miraba el papelito, llamó a papá oso y se lo dio.
Papá oso lo puso en el suelo y rascándose la cabeza con su pata derecha lo miró pensativo.
Que es esto osi osito?, le dijo a Ramiro.
- No sé papi le dijo el osito bebé, pero parece que es el mapa de un tesoro!!!
Papá oso se sacó los anteojos y mirando mejor pudo ver que arriba del dibujo había una leyenda escrita en jeringozo antiguo que decía “ Plano del Tesolo”
Es un tesoro que enterraron los chinos, dijo papá oso
Vamos a buscarlo!!!, dijo Ramiro dando grititos de entusiasmo.
Así fue que papá oso y su osito bebé comenzaron a seguir las instrucciones del plano:
Desde el árbol de cacahuates dar diez pasos de elefante hacia donde sale el sol.
Allí contar hasta cincuenta y caminar 8 pasos de hormiga hacia donde está la montaña de cocos. Una vez que llegues allí tenés que poner una manzana en el piso y dar cuatro vueltas a su alrededor y allí, justo allí, comenzá a cavar y lo encontrarás...
Papá oso y Ramiro siguieron las instrucciones, aunque papá oso se mareo con las vueltas a la manzana, y cuando terminaron de hacer todo, comenzaron a excavar. Papá oso con una pala de punta y Ramiro lo ayudaba con una palita de playa.
Después de cavar muy requerecontrarehondo, como 20 centímetros, encontraron algo que parecía un antiguo cofre pirata.
Ramiro siguió cavando entusiasmado mientras papá oso, que se había sentado arriba de un hormiguero, bailaba el pata pata para sacarse las hormigas que se le habían subido encima.
Cuando por fin terminaron, se pudo ver claramente el cofre… un cajón gigante que seguro estaba lleno de oro y diamantes.
Papá oso se sonreía y pensaba cuantas cosas lindas habría ahí para llevarle de regalo a mamá osita con pecas, asi que le pidió a su osito que le alcance un martillo y con un fuerte golpe rompieron el candado pero… ¡Que sorpresa se llevaron!!!, ¿Querés saber que había???
Resulta que el cofre estaba lleno de... ¡Saquitos de té y Galletitas de chocolate, bañadas en chocolate y rellenas de chocolate!!!
¡No puede ser!, dijo papá oso... ¿Y este es el tesoro?...
Entonces Ramiro, que por ser curiosito ya se había metido dentro del cofre, le pasó a papá oso una carta que estaba dentro de un sobre de color sueño con mimos. Papá oso leyó...
“Usted ha encontrado por fin el té solo, pero como soy bueno, en vez de dejar solo saquitos de té solo dejé también muchas galletitas de chocolate, así aquel que lo encuentre en ves de tomar el té solo, puede tomar el té con ricas galletitas. Firmado yo, el que firmó.
Papá oso y Ramiro se rieron tanto que les dolió la panza, ¡Pensar que creían que iban a encontrar oro y diamantes, pero esto era más rico que el oro!!!
Así papá oso llevó a Ramiro, su hermoso osito bebé, a la casa de mami osita con pecas, quien usando los saquitos de té solo, que en realidad venía acompañado, le hizo a Rami un polentoso té con ricas galletitas de chocolate.
Y así, un poco comiendo, otro poco jugando, Ramiro se llenó toda su pancita y se hizo una hermosa siestita.
Y colorín con tapioca así termina esta historia loca.
Te amo bebé, mi corazón está con vos.