Esto ya no es ni prensa rosa, ni noticias del corazón ,ni nada que se pueda tolerar. Esto es pura y llanamente mierdatelevisiva. Es intolerable que una cadena permita a una individua,condenada no sé cuantas veces por injurias, calumnias y similares, que se presente en un plató y comience a contar frente a unos muy bien pagados colaboradores, los entresijos de un señor. Me da igual que el caballero sea simpático o antipático, marqués o sepulturero, casado, homosexual, o masón, me es lo mismo si estuvo o no estuvo en un bar de copas, en un puticlub o en un restaurantede menú del día, porque tengo entendido que esto todavía es un país libre, en el que todos tenemos derecho a nuestra propia intimidad, o lo que es lo mismo, a que nadie nos toque las narices mientras nosotros no se las toquemos a nadie.
Está demostrado que el hecho de que a un-a mangante de este pelo le coloquen un multazo de ordago (que incluso dudo que llegue a pagar) no es cortapisa para que continúe recorriendo platós y haciendo caja, porque le es rentable. Son los medios los que deberían cortar estos atropellos que de manera permanente cometen, en nombre de no se qué mal llamada libertad de expresión,pero claro ello supondría el fín del momio de tanto mindundi disfrazado de periodista. En mi opinión los primeros culpables son los directores o responsables de los programas, que por aquello de guardarse los garbanzos, juegan sin el menor límite con esta inmoralidad. Los segundos somos los telespectadores que sumamos los dos millones y pico de audiencia, en un programa tan despreciable como el Corazón del pasado viernes.
Si no meten mano los de arriba, como sería su obligación, y los consejeros delegados de las cadenas van bien a caballo del machito, deberíamos ser los televidentes, los que sin el menor pudor evitáramos que las Aidas, Patiños, Gemas, Mariñas , tomateros y gentuza de este tronío,se conviertan en hacedoresde opinión, además de forrarse como buitres, poniéndonos frente a los ojos cuanta basura caiga en sus manos, o cuantas mentiras se inventen para llenar de mierda el tiempo del que disponen, porque de otra manera así nos lucirá el pelo.¡No hay derecho!