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Yo tambien fui emigrante

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Yo también fui emigrante, desde el principio de los tiempos todos lo somos y pienso que cualquier ser vivo que pueda desplazarse, tiene derecho a circular por donde le venga en gana. Vivimos en un planeta común y eso, para cualquier persona normal, no creo que sea cuestionable, ni discutible, otra cosa es el cinismo humano. Para mí, son indignantes las connotaciones de las palabras emigrante, inmigrante o forastero. Pero pienso que al llegar a cualquier lugar donde llegaron otros primero, debemos asumir con naturalidad la cultura que nos encontremos, tenemos la obligación de integrarnos en ella colaborando con nuestro respeto y nuestro trabajo. Y que cada cual, si le apetece, conserve sus tradiciones, religión o cultura, pero nunca tratar de imponer las propias, Cada lugar tiene las suyas, aunque sean diferentes, o nos gusten más las nuestras, hay que asumirlas, me parece bien que cada uno rece a su Dios, los agnósticos convencidos piensan que la religión es una cosa personal y para practicarla, no es necesario imponer templos, mezquitas o emblemas a la sociedad a la que llegamos, evidentemente para intentar tener una vida mejor.

Nunca pude comprender cómo las personas pueden estar matándose durante milenios por una cosa tan elemental, si usted tiene la suerte de estar convencido de que después de vivir, le van a dar un premio mucho mejor que la vida, perfecto, pero yo ya me conformo y estoy contento, agradecido y encantado con vivir esta difícil y hermosa aventura sin esperar nada más, pero ser creyente conlleva mucho egocentrismo. ¿Por qué Dios ha de estar pendiente de premiar al mas diabólico mamífero de este magnífico planeta? Así llevamos milenios tratando de imponernos nuestras verdades los unos a los otros.

Salí de mi tierra con veinte años, anduve por ahí, conocí otras gentes, otras culturas y me llevé conmigo un sabio refrán que ya conocían en todos sitios y en diferentes idiomas, donde fueres, haz lo que vieres. En el lugar donde más tiempo pasé, hablaban otro idioma, nunca conseguí platicarlo bien, pero por respeto a las personas que me acogieron con generosidad, aprendí a entenderlo, jamás exigí a nadie que me hablara de una forma u otra, ni me obligaron a expresarme como ellos, pero comprendí que a mí me correspondía esforzarme para conseguir integrarme con espontaneidad,. Ahora vivo donde pasé mi niñez, pero seguiré llevando a esa tierra y su gente en mi corazón el resto de mi vida, hoy tengo dos preciosos lugares, uno en el sur y otro en el este donde me encanta vivir, allí llevé lo mejor de mí y me traje lo mejor de ellos. Y nunca puse condiciones, colaboré con mi trabajo en beneficio de mi tierra de adopción y del mío propio. Aunque me gusta estar en mi lugar de origen, podría vivir en cualquier otro sitio sin ningún problema emocional. Me gusta este planeta y me siento de él y no se si soy apátrida o ciudadano del mundo, lo que si se, es que, los patrioteros me dan miedo y algunos nacionalistas también, porque son el reflejo de los primeros,. Pero también comprendo que cada cual tiene derecho a sentirse del lugar que le de la gana y nadie tiene albedrío, para obligarte a sentirte del lugar que te elijan otros porque lo diga la historia o unos papeles que escribieron terceros, la historia está para cambiarla, como las estadísticas, porque el mundo no sería como es hoy ,si el ser humano no hubiera mirado hacia delante. No se si hubiera sido mejor quedarnos con la lanza, pero un depredador tan brutal, también hizo estragos con su arma rudimentaria.

Etiquetas: AF.pelaez, anflope07
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Autor: AF.pelaez
Enviado por anflope07 - 06/10/2007
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7) A.F.Pelaez...
manzanita16
....sinceramente me alegra que tu experiencia sea buena; a mi me resulta dificil imaginarme lejos de mi tierra y mis afectos por esto mismo trato de integrar a los muchos emigrantes que llegan en busca de una mejor calidad de vida. Afectuosamente. Gladys.
 0   0  manzanita16 - [08/10/2007 15:08:38] - ip registrada
6) Yo no fui emigrante...
ana75
... pero no por eso no pueda hacerme una minúscula idea de lo que debe suponer.
Cuando intento imaginármelo, dibujo una escena en mi cabeza, y diréis, esa chica está ida y seguramente acertaréis.
Me imagino vestida con ropa de deporte de color rojo vivo, llegando a una fiesta de gala, en dónde todos los invitados visten de etiqueta de color blanco y negro, en la que no conozco a nadie y en la que no he sido invitada.
Me imagino entrando en la sala y la gente impresionada y confusa percibiendo, como no, mi presencia.

Es la única forma que tengo de poderme hacer una pequeña idea y la verdad es que cuando lo imagino, no consigo sentirme para nada a gusto y sí, me encantaría que alguien de los que están en la fiesta, me diera su acogida, pero también he de decir que para nada me veo intentando hacer que la gente que viste de etiqueta se convenzan de que es más cómodo vestir de deporte, más bien me veo a mí cambiando de color de vestuario, no sé si me acabo de explicar.

Un saludo.
 0   0  ana75 - [07/10/2007 10:34:11] - ip registrada
5) Emigrante
iris60
Yo también fui emigrante, la hija de un emigrante, pero siendo una niña de 9 años sentì menos el peso de la integraciòn. Al poco tiempo aprendì el idioma y asimilé la cultura de mi amada Venezuela, aprendì su historia, su geografìa... Y aunque ya no viva en ese hermoso paìs, lo llevo en mi corazòn. Cuando se emigra, respiramos la cultura de ese nuevo paìs, aprendemos a amarlo y adonde vayamos siempre estarà en nuestro corazòn.
Pelaez, emigrar no es fàcil, al menos al principio y el que emigra gana mucho màs de lo que pierde, su pensamiento se hace màs universal, sale del provincialismo. Para mì la emigraciòn enriquece.
Un saludo con cariño,
Iris.
 0   0  iris60 - [07/10/2007 10:13:40] - ip registrada
4) Gran aprendizaje¡¡ felicidades por pensar así. Hay que ser agradecido.
AmorBonita1
AF. Pelaez,

Cómo han cambiado las cosas, tú comentario, me hizo recordar a los emigrantes de la postguerra, Españoles, Italianos y Portugueses que llegaban en los años 50 y 60 a mí amada Venezuela. Eran emigrantes que llegaban con sus manos vacias pero en su corazón llevaban la grandeza de sus sueños.

Fueron constructores y forjadores de “patrias grandes”, trabajadores incansables.

Irónicamente hoy somos los Americanos que emigramos.
Cuándo se toma la decision de emigrar, se debe tener claro que todo principio es duro, que por momentos sentiremos que las fuerzas se desvanecen, que la añoranza a nuestros hogares, familias, amigos
empañaran nuestra alegria.. pués el desconsuelo se convertirá en nuestra fiel compañera.. Pero después de haber superado todos esos obstaculos.. . se abrirá ante nuestros ojos un ábanico de multicolores oportunidades.

Nadie aprende con experiencia ajena.. ¿quién dijo eso?.. sólo tú eres el único que puedes labrar tu propio destino o por lo menos trabajar en tú aquí y tu ahora para que tu mañana sea mejor.
todo llega en su momento justo.. “El Tiempo de Dios és Perfecto”.
Me gustaría compartir contigo algo que me paso hace un par de años.

Esto que leerás a continuación lo escribí hace cuatro años cuándo por primera vez viaje Barcelona España y mí amado hijo atravesaba por un dificil momento.



Aeropuerto de Barajas, Madrid España.

12 de Marzo 2.004

Estaba ansiosa por llegar a Cataluña, venía de una larga travesía de
nueve horas por todo el atlántico, el vuelo 6702 de Iberia había
despegado del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar a las 9 de la
noche hora de Venezuela y había aterrizado a las 7 de la mañana hora
de Madrid; aun me esperaba un vuelo de 2 horas a Barcelona. Estaba
exhausta, pero me mantenía la felicidad del encuentro con mi adorado
Ricardo. Habían pasado dos años sin verlo.

De pronto escuché la voz de la aeromoza anunciar que aterrizaríamos
en breves momentos en el Aeropuerto Internacional de Barcelona.
Sentía que se aceleraba mi respiración, comencé a tomar mi equipaje
de mano y a prepararme para el aterrizaje. Trataba de tranquilizarme
pero la emoción era evidente. Después de haber pasado por la aduana
y por todas las medidas estrictas de seguridad, se abrió la puerta
donde me encontraría con mi amado hijo. Por fracciones de segundos
me quedé inmóvil ante él, sus grandes ojos negros de mirada profunda
estaban llenos de una gran alegría, nos abrazábamos y me decía….
mami avanza que estas atravesada, no me había dado cuenta que estaba
entorpeciendo el paso de la gente y en ese momento reaccioné y
comencé a abrazarlo y darle la bendición.

Ricardo tomó mi equipaje y caminamos hasta la estación del tren, las
personas llevaban prisa, todos querían tomar sus puestos. Cuando ya
habían pasado algunos minutos me dijo:___ mami, que linda estas; en
cambio yo lo veía desmejorado, pálido y demacrado, sus manos
acariciaban las mías y yo acariciaba su rostro, de pronto se escuchó
una linda melodía, era mí tango preferido “volver”, era un señor que
tocaba su acordeón llamando la atención de los que estábamos
presentes en el tren, después interpretó un par de valses y luego
pasó su sombrero a todos los presentes en busca de alguna propina,
yo le di dos euros y él me lo agradeció con un gesto amable y gentil.

Llegamos a la estación donde tomaríamos el metro, caminamos un largo
trayecto para tomar la línea 3, parecía que nunca íbamos a llegar,
el equipaje había multiplicado su peso. Ricardo cargaba la maleta
grande y yo cargaba un maletín de mano, me impresionaba la cantidad
de gente que se movilizaba de un lado a otro. Hasta que por fin
llegamos a la estación Fontana, la estación donde nos bajaríamos
para luego caminar aproximadamente 4 calles hasta llegar al edificio
donde vivía mi hijo. No sé que me había parecido más largo, el viaje
a España, o el largo trayecto para llegar a la casa de mi hijo. Al
entrar a su pequeño apartamento lo abrace una y otra vez y abrí las
maletas para hacerle entrega de todos los regalos y presentes que le
mandaban sus hermanos y familia. A pesar de la gran felicidad, veía
en su mirada una tristeza profunda por todas las añoranzas que
llevaba en su corazón, le hacía falta su amada Venezuela, su gran
familia y sus entrañables amigos. Y después comprendí que nada
pasaba por casualidad sino por causalidad, yo estaba en ese lugar
para darle a mi hijo ánimo y esperanza y ésa realmente había sido la
razón de mí viaje.

A la hora aproximada de haber llegado me dijo: mami, cámbiate de
ropa y ponte cómoda que vamos a comer. Había perdido la noción del
tiempo, tenía la hora de Venezuela y estaba cansada, con sueño. Me
llevó a almorzar a un lugar cercano a casa; era comida típicamente
de la región, pero deliciosa como toda la comida española. Luego
caminamos por el bellísimo paseo de Gracia, hasta llegar a Las
Ramblas, a cada paso me impresionaba al ver aquella espectacular
ciudad, su majestuosidad, sus edificios antiguos de más de cien años
impecablemente conservados, las obras arquitectónicas de Gaudí, La
catedral de Montserrat y La Sagrada Familia, la bellísima plaza
Cataluña, el espectacular barrio gótico. Por momentos deseaba
pellizcarme para saber qué lo que estaba viviendo no era un sueño.
Jamás había visto nada semejante a esa enigmática y espectacular
ciudad.

Hab&i acute;a una brisa agradable, estaba comenzando la primavera y aun se
sentían los vientos fríos del invierno, la gente vestía
impecablemente, las damas con sus abrigos y botas, los caballeros
con sus sobretodos largos y bufandas, era gente dotada de una gran
elegancia, caminaban con finura y clase, se notaba la alta calidad
de vida y lo cosmopolita de aquel lugar. Habían músicos por todas
partes, personas quizás de origen extranjero que se ganaban la vida
interpretando bellos valses y melodías románticas italianas y
francesas, tangos argentinos y música instrumental de cualquier
lugar del mundo, en cada rincón había alguno de ellos con guitarras,
violines o acordeones.. …

Yo seguía disfrutando de aquel maravilloso espectáculo. A todo lo
largo de Las Ramblas habían pintores que abrían sus lienzos para
ofrecerlos a la gran cantidad de peatones y turistas. Algunas damas
se ofrecían como modelos y los pintores hacían de las suyas con sus
paletas de mil colores.

El ambiente bohemio de ese lugar me fascinaba, era maravilloso
pasear por aquellos lugares. Los cafés estaban de lado a lado del
gran boulevard, cantidades de mesitas con sus respectivos toldos de
rayas blancas y rojas y multitud de gente disfrutando de exquisitas
tapas, un delicioso y espumoso cortado, una buena copa de vino… Ése
espectáculo , sólo lo había visto en películas. Me quedaba embelesada
al ver la educación de aquellas personas, el respeto a las
señalizaciones de transito y el respeto de los peatones en el
instante de tener que atravesar las calles y avenidas. Deseaba
retratar en mi memoria todo lo que veían mis ojos….

El colorido de las flores embellecía los antiguos balcones y
engalanaban las calles y avenidas. A lo largo del gran paseo, Los
tulipanes, las hortensias, los pensamientos y rosas diminutas, se
veían por doquier y parecía que me daban la bienvenida, por momento
sentía que caminaba entre dorados, rojos y azules. Definitivamente
sentía que ese lugar era mágico, era para enamorados, despertaba en
mí una grata sensación de romanticismo en el corazón, sentía una
envidia sana por aquellas personas tan civilizadas y primer
mundistas.

Dos años atrás Ricardo se había ido a España, como tanta gente buena
y trabajadora de éste gran país, que se han ido buscando nuevas
oportunidades de vida, empleo y progreso. Españoles, Italianos y
Portugueses, que habían emigrado a Venezuela en la década de los
años 50 y 60, regresaban después de una larga vida de más de
cincuenta años en mi país, con hijos y nietos nacidos en Venezuela.
Era muy triste ver como tanta gente maravillosa retornaba a sus
países de origen.

Ricardo estaba ilegal y por esa razón no podía conseguir empleo, el
dinero que logró ahorrar para sobrevivir unos meses en España, se lo
habían robado a los pocos días de haber llegado, había pasado
hambre, sentía que no resistiría todo aquello, sentía que sus
fuerzas se desvanecían. Pero durante esos dos años, siempre se
encontró con gente buena que lo ayudó a sobrellevar aquella dura y
larga espera.

Estuve tres semanas a su lado, visitamos los lugares más
emblemático s de la ciudad, me colmó de su amor y yo lo colmé de mi
amor, caminábamos horas disfrutando de largas charlas. Sin embargo
no era el mismo de dos años atrás, sabía que estaba feliz de que yo
estuviese a su lado, pero la añoranza a sus afectos y querencias en
su amada patria, empañaban sus ojos y sonrisa, reflejando en su
rostro la melancolía y desconsuelo que llevaba muy dentro de el.

Hasta un día que paseando, nos sentamos a comer unos churros con
chocolate, yo le dije: hijo, cuéntame, ¿qué te pasa? ¿Por qué estas
tan triste?, vi como sus ojos se iban llenando de lágrimas, luego
tomó mis manos y allí en ése instante abrió su corazón, comenzó a
contarme todo lo que estaba viviendo. Me dijo: mami, sin ti y sin
mis hermanos no tiene sentido mi vida, que hago yo aquí, si lo que
más quiero en esta vida está allá. Me decía que la soledad lo estaba
matando. Extrañaba con locura su vida, su familia y sus maravillosos
amigos. Le dije: hijo adorado, sé que en éste momento todo lo que te
pueda decir no llenará tu vacío, pero sólo quiero que sepas que
tienes una familia que te adora y que está pendiente de ti y qué en
el mismo momento que tu decidas regresar, todos estaremos
esperándote con los brazos abiertos. Pero sí lo que realmente
quieres es perseguir un sueño, entonces persevera, lucha, hazte
fuerte y vence los obstáculos, levántate cada vez que sientas que
tus fuerzas se desmoronan y sigue adelante, mirando tu norte,
mirando tus metas y esforzándote por ellas, lo que hoy estás
viviendo son los aprendizajes de vida del mañana, aprendizajes que a
cada uno de nosotros nos ha tocado vivir, nunca aprenderás con
experiencia ajena, sino con las tuyas propias, pero eso sí, siempre
mantén la actitud positiva, mantén la fe y la esperanza y verás que
cuando menos lo esperes, llegará ese día en que alcanzarás cada una
de tus metas. Y entenderás qué todo por lo que estás pasado hoy, era
una lección de vida, con él único propósito de hacerte cada día más
grande de esencia y mejor persona.

Tus valores y principios ya los tienes, los aprendiste de mí y de tu
familia, ahora es tu momento de caminar solo, es tu “aquí y ahora”,
cómete el mundo hijo mío, tu puedes, y jamás permitas que nadie robe
tus sueños.

Una y otra vez el universo conspira a nuestro favor para brindarnos
nuevas oportunidades de vida, sencillamente hay que perseverar y
vencer, pero siempre con él bien por delante y con la fuerza interna
de tu espíritu, de tus principios y de tus raíces.

Pero, si la desesperanza embarga tu corazón, entonces no olvides que
tienes una familia que te adora y que te espera. Pero ahora en éste
momento no te rindas… estás a la mitad del camino, te falta poco
para llegar a la meta, y tu puedes alcanzar lo que viniste hacer en
éste gran país. En ése momento me abrazó y me dio las gracias y cómo
por arte de magia su semblante cambió. Comenzó a sonreír,
permiti&eacut e;ndose así mismo que la esperanza se posara en su corazón.

Pero como decimos aquí en mi querida Venezuela, no hay mal que dure
cien años, ni cuerpo que lo resista.

A transcurrido menos de un año desde ese maravilloso viaje y ahora
Ricardo está legal en España, trabaja en su profesión para una
empresa publicitaria, se siente realizado y feliz, tiene amigos
nuevos, sin olvidar sus buenos amigos de aquí. La moraleja de esto,
es qué “nadie aprende con experiencia ajena”, cada quién tiene sus
propias vivencias de vida, unas mas fuertes y otras mas suaves, pero
al fin son nuestros propios aprendizajes, que nos enseña a valorar
el amor a nuestra familia y a nuestras raíces, pero también a
agradecerle a Dios y a aquél país que nos abre sus puertas y nos
brinda la oportunidad de una nueva etapa de vida. Y por sobre todo a
aquellas personas que sin conocernos nos dan su amistad y nos abren su corazón.

En Amor y Luz.

Yajaira Zamora Mora.
 0   0  AmorBonita1 - [07/10/2007 01:38:16] - ip registrada
3) sin acritud
anflope07

Yo que tú, utilizaría mi energía en positivo, si pretendes insultarme allá tú, pero debes hacértelo mirar o en vez de llorar tanto, quizás tendrías que leer bien el mensaje, pero veo que no, tu mal momento te inspira otro tipo de sentimientos, ¿ tú qué sabes cómo fue mi vida? En mi tiempo todo era mucho más difícil, si es que ahí no has llegado en patera, bueno solo supongo, como tú. Espero que encuentres tu camino, como hice yo, trabajando y respetando, saludos
 0   0  anflope07 - [06/10/2007 20:43:24] - ip registrada
2) El que te crea que...
Randomizze1
Fuiste, si fuiste, un emigrante digamos con suerte para no emplear otra palabra..ahora lo tuyo me suena a verso. No das ni una pista por donde anduviste ..cualquiera puede escribir algo asi. Yo ahora estoy en las Bahamas..¿y?.. la verdad que lo que dices es sabido y sin decir nada nuevo no dices nada. Tanta experiencia para escibir eso. Cuenta algo más creible..o que le pasó a otro..si a vos no te pasó nada y que sirva de ejemplo para los que estan sufriendo no como vos que estas en la cómoda...
 0   0  Randomizze1 - [06/10/2007 14:19:34] - ip registrada
1) pienso igual que tú, pero
manuelo33

A veces somos nosotros los que no dejamos que se adapten, ya lo deje en poema de iris, pero lo vuelvo a dejar aquí mi poema.

Un saludo de Lolo

Xenofobia.

Hambre, que cruza mares,
Prefiriendo muerte.
Buscando una oportunidad de vida.
Almas con el cuerpo dolorido,

Invisibles a nuestros ojos pudientes,
Apartados por nuestras palabras.
Esclavizando sus almas,
Para mantener nuestra burguesía acabada.

Nuestra conciencia nos engaña,
Vendién donos en papeletas ayuda humanitaria.
Compramos su dolor, para no tener que compartirlo.
Y mirar hacia otro lado, para no ver la verdad.

Para no ver de frente la cara al hambre,
De almas rotas, que cruzan el Mediterráneo,
Para llegar a nuestras costas por una oportunidad.
Da igual, morir o vivir en el camino,
lo importante es dejar el hambre atrás.

Razas, credos diferentes.
Cuerpos como el nuestro, con alma.
Dejemos de mirar hacia otro lado
Aliviémosle el hambre a esos cuerpos doloridos
para que sus almas se alimenten de libertad.

Xenofobia por Manuel Barranco Roda.

 0   0  manuelo33 - [06/10/2007 10:29:56] - ip registrada
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