En mi vida han sido muchos los errores.
He pasado años sufriendo el haberme equivocado, no sabiendo hacer frente a la realidad, creyendo que todo saldría bien, creyendo que quienes gobiernan, con buen criterio, velarían por nosotros, creyendo que quien más se acercase al empresario más seguro estaría y que cuanto mejor estuviera este, mejor estaría el trabajador.
Ha llegado el momento de despertar, ha sido como despertar de un sueño y verse en una pesadilla, he abierto los ojos y ahora veo con claridad lo que antes no supe ver.
El problema es que ahora he llegado a una terrible conclusión y es que NO HAY PERDON, no señor, no perdono a mis políticos, no perdono a los corruptos, no perdono a los asesinos, terroristas, estafadores, no perdono a los banqueros,
Eso me lleva a otra terrible conclusión, viendo a mi alrededor, y es que hay una cosa por la cual NO LES PERDONO POR ENCIMA DE TODO:
Tengo una hija de 18 años, estudiante, que se sien te totalmente desencantada, desmoralizada y hundida, ella me pregunta”¿Solo pueden hacer carrera universitaria los ricos?”” ¿Cómo podréis pagar vosotros mi carrera? “”¿Por qué no protestáis vosotros también?”
Y yo no se que responder, por desgracia la situación hace que las carreras universitarias estén más al alcance de la gente con dinero que de la gente humilde, tampoco podemos pedir créditos ya que los bancos no los conceden, para poderle facilitar este acceso y no protestamos porque no podemos dejar de hacer cosas para sobrevivir y, aunque sería lo justo, la protesta nos haría dejar de lado obligaciones que nos dan de comer.
Pero ese desanimo, ese desaliento en una persona inteligente, capaz y preparada como ella me provoca una tremenda ira, un tremendo furor, por eso NO PERDONO, porque nosotros quizás no podamos tener solución, pero nuestros hijos deberían tener un mundo mejor y les estamos dejando una verdadera basura de mundo.