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Nosotros los fregados

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Hace poco recordaba una gran película del cine mexicano realizada en 1947 y protagonizada por el inolvidable Pedro Infante cuyo titulo era: “Nosotros los pobres”. La causa por la que tuve esa remembranza fue el tema de la pobreza en México. Quien ha tenido la oportunidad de ver la película, podría estar de acuerdo conmigo en que identifica a la clase “pobre” del México urbano de mediados del siglo XX con una serie de valores entre los que podemos destacar la nobleza, la dignidad y la honestidad. Además, la obra muestra una sociedad “pobre”, solidaria y orgullosa de su estatus y que además esgrime un desprecio absoluto por “los ricos” y su apego al dinero.

Habrán notado que insisto en colocar la palabra “pobre” entre comillas. Esto se debe a que el concepto ha sido tema de discusión por muchas décadas. También ha sido parte del debate político e incluso, como material de legislación porque en México se ha creado la obsesión de obtener el numero exacto de la gente “pobre” que existe en el país. Se han fundado instituciones especializadas en establecer los grados de pobreza con un intrincado sistema de clasificación. El caso es que desde que yo tengo conciencia, la palabra “pobre” ha sido significativamente utilizada y es considerada una gema preciosa en el contexto político y social. Su importancia es quizás equiparable a palabras como amor y familia, si hablamos de su valor y poder emocional.

Pero como pasa como muchos conceptos, tiende a cambiar con el paso del tiempo y nadie se detiene a definirlo porque todos sabemos lo que significa ser “pobre”. Bueno, como dice mucha gente en México, solo las personas "pobres" lo saben exactamente porque lo sufren, pero realmente basta tomar un diccionario para tener una definición simple. Ser “pobre” significa la carencia de aquello que se requiere para poder vivir o tener muy poco de ello. Los demás adjetivos de noble, honrado, digno, valiente, etc., han sido agregados por el entorno cultural , social y político mexicano.

Volviendo al tema de la película y su enfoque hacia la gente “pobre”, puedo decirles que en la historia de México este grupo de la población siempre ha sido merecedora de respeto y admiración por considerarse que es la mas desdichada entre los estratos de la sociedad. Es lógico pensar que las personas con mayor limitación de recursos sufran mas durante los momentos de crisis y sean consideradas como las que requieren mayor ayuda por parte del gobierno. Buena parte de los esfuerzos del país van encaminados a mejorar sus condiciones de vida y siempre ha habido preocupación por su precaria situación. Los grupos de opinión, incluyendo intelectuales, científicos, políticos o civiles, siempre están hablando sobre la problemática de la gente “pobre”. Pero a pesar de toda esta preocupación y todas las medidas tomadas para acabar con el problema de la pobreza en México, cada vez que alguien se toma la molestia de contar la cantidad de “pobres”, resulta que incluye varios millones mas en la cesta.

Lo común y esperable es encontrar culpables de esta creciente masa de gente desvalida. El primero en salir a escena es el rico quien se encarga de explotar al “pobre” pagando sueldos de miseria. En segundo plano esta el gobierno que con su corrupción e incompetencia hace mas grande el problema. También están las grandes naciones capitalistas que con su política colonialista intentan apoderarse de la riqueza del país, para aumentar su poder e influencia.

Pero el tema de la pobreza es como una enfermedad a la que puedes diagnosticar y darle nombre al problema, pero si eres incapaz de proveer una solución, va a seguir su evolución natural que puede llevarte a la muerte o a la curación con dolorosas secuelas. Utilizando un razonamiento muy básico, podemos pensar que todo lo que se implementa para remediar el problema es inservible e incluso dañino. Ya alguien ha comparado anteriormente a la pobreza con el cáncer y yo puedo equiparar los programas sociales a una quimioterapia mal puesta. El caso es que algo, o una buena parte de todo se tiene que estar haciendo mal.

Déjenme permanecer en el contexto de la película. Los personajes que se presentan están concientes de que son pobres y lo aceptan. Es mas, me atrevo a decir que son orgullosos de serlo. Ellos evitan complicaciones y se limitan a utilizar como parámetro de pobreza la carencia de dinero. El concepto se basa en la premisa de solo dos colores, blanco y negro o bueno y malo en su simple comparación con los ricos. Debo hacer notar que todos ellos, los “pobres”, tienen lo necesario para alimentarse, sin entrar en detalles de su nutrición porque debió ser muy variable. La mayoría de ellos tiene una vivienda y medios de transportación. Buena parte de los personajes tiene acceso a trabajo y al menos los niños a la educación.

Es difícil establecer la calidad y cantidad de servicios con los que contaban tales personajes en relación a salud, infraestructura urbana, seguridad social y educación, pero para alguien como yo, quien vivió una realidad similar treinta años después, puedo decirles que esos recursos eran limitados pero obtenibles. Lo significativamente diferente es que la sociedad donde me tocó crecer se forjó con valores y conceptos radicalmente opuestos y con un rechazo absoluto a la pobreza. Quiero decir que en nuestra sociedad, ser “pobre” era motivo de vergüenza y nadie quería ser clasificado en la pobreza. Podrías aceptar que estabas muy fregado, como decimos en el norte de México, pero jamás “pobre”. Porque como lo establecí en otro ensayo al hablar de mi naturaleza regia, para la gente del norte ser pobre significa carecer de trabajo, educación o salud y quedar cruzado de brazos esperanzado a que alguien te lo provea. Eso para nosotros significa vivir de limosna.

Tristemente, en los últimos años he visto crecer en México el numero de limosneros, perdón, de “pobres” quienes viven a costa de los beneficios que el gobierno les brinda a través del dinero que producen los “no pobres”. El México actual ha creado una pobreza nada diferente de la expresada en la famosa película y generado un status quo donde el pobre tiene inclinada la balanza a su favor. Ser pobre en México ha llegado a ser una ventajosa estancia en donde, si logras calificar con los estándares oficiales, puedes pertenecer al grupo privilegiado que tiene acceso sin costo a todos los programas sociales. Puedes recibir alimentos, servicios de salud, educación, bienes y hasta dinero en efectivo sin necesidad de trabajar.

En México ser “pobre” se ha convertido en una comodidad y la verdad, a veces se antoja empezar a transformarse en ello. Tiene muchas ventajas y prácticamente muy poco te puede salir mal. Solamente tienes que ponerte en contexto y acercarte al gobierno y a las agrupaciones sociales que reciben las dadivas y privilegios. Debes especializarte en quejarte y criticar al gobierno, acudir a marchas y bloqueos donde puedas mostrar tu miseria y sufrimientos. Algunas veces no se requiere esfuerzo, ya que alguien llegara a la sierra o al desierto para preguntarte de tus carencias y tus años de marginamiento. Te harán documentales y series de reportajes donde podrás interpretar a la “chorriada” o a “Pepe el toro”.

A esta altura del escrito, mucha gente habrá entrado en cólera por mis improperios. Muchos otros dirán que soy un tonto que esta desinformado y que debo ir a la selva o al cerro, allá donde están los marginados. Me dirán que la problemática de México es complicada y que debo ir a ver como los tienen sufriendo. Pensaran que soy de los malditos ricos a los que les llego el miedo. Miedo a que se haga justicia al desamparado y se me acabe mi imperio.

Pero quiero decirles que pertenezco al grupo de “los fregados”. Lo pongo entre comillas por aquello de las malditas definiciones. Soy aquel quien trabaja arduamente para generar riqueza al país. Yo, como todos los “fregados”, trabajo para el “rico” y para el “pobre” pero no soy parte de ninguno de ellos. Los “fregados” tenemos trabajo mal remunerado, un alto nivel de educación y muchas veces nuestra salud y seguridad penden de un hilo, pero aguantamos. Los “fregados” luchamos día con día por mejorar nuestras condiciones de vida para ofrecer un mejor futuro a nuestras familias. Los fregados pagamos impuestos pero jamás los vemos reflejados en beneficio directo. También somos robados, secuestrados y amenazados ante la impunidad que hace reinar a la delincuencia en México.

Para aquellos que creen que la estabilidad del país depende de los acuerdos políticos, el control de las guerrillas de Chiapas o como se llevan los acuerdos con el narcotráfico, les tengo que aclarar que están equivocados. La estabilidad social, política y económica de México depende de nosotros, los “fregados”. Los “fregados” mantenemos a este país andando, casi a gatas, pero andando. De nosotros depende el producto interno bruto, la producción de bienes y servicios y el consumo de ellos. Debo aceptar que muchos de los “fregados” han caído en la tentación y se han declarado “pobres”. Una buena parte de ellos son los que han agregado millones a las cifras de desamparados. Para mi es una contradicción reclamar una despensa o un bote de pintura que consiguió el municipio para los “pobres” habiendo pagado con antelación mas de dos veces su valor con tus impuestos.

Difícilmente voy a ver el día en que los “fregados” decidamos dejar de consumir bienes y servicios y suspendamos el pago de impuestos para reclamar justicia. Al paso que vamos, México terminara siendo un país de “pobres” con una adecuada cantidad de ricos. Se preguntaran que es lo que pasaría con los que seguimos siendo los “fregados” ya sea por terquedad o estupidez? Es fácil deducirlo, algunos ya estamos del otro lado y los otros, estan preparando sus maletas.

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Autor: Macaco
Enviado por Martin2008 - 26/06/2012
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2) Martin2008 dijo...
Martin2008
Gracias Damaquito. La pobreza de espiritu es lo que pesa. Los fregados estamos cautivos en ella al permitir que abusen de nuestra tolerancia y paciencia. Nos han inculcado temor y vulnerabilidad. Hemos dejado de pensar por nuestra cuenta.
 0   0  Martin2008 - [30/06/2012 00:40:58] - ip registrada
1) damaquito dijo...
damaquito
Amigo Martin: tu articulo es un excelente análisis de la situación de los pobres y fregados en México; es verdad que en tu país como en muchos del mundo el problema de la pobreza es demasiado complejo especialmente para los gobernantes, pero me parece como dices es una mina de oro para los político demagogos que se valen de la pobreza para lograr sus objetivos. Por otra parte, México un país lleno de tradiciones, cultura y gentes con amor a su patria, siempre han sabido luchar hasta la inmolación inclusive, y no permitirán jamás que esa linda tierra camine a gatas. Un afectuoso saludo.
 0   0  damaquito - [27/06/2012 01:36:00] - ip registrada
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