Hace apenas unos días el Presidente de la Conferencia Episcopal de España Sr. Ricardo Blázquez concedía una entrevista televisiva en la que se tocaron muchos temas relacionados con la situación actual de la iglesia católica en España, de todos ellos hubo uno que a titulo personal, consideré interesante y es al que me gustaría remitirme en esta ocasión. Se trata de la no aceptación de la mujer en el sacerdocio católico, un tema demasiado traído y llevado por lo excluyente y machista del mismo. Ya se sabe que para dicha institución tan sólo el hombre puede ser sacerdote y no la mujer, según dicen ellos por mandato directo de Jesús de Nazaret, lo cual realmente nunca fue ni dicho ni siquiera insinuado por El, es más, en su interesante biografía encontramos innumerables pasajes en los que mostraba una actitud igualitaria para con todos sin distinción de sexos. Es difícil imaginar un Jesús de Nazaret machista, excluyente ó elitista, esto más bien son comportamientos adquiridos y practicados por la casta sacerdotal de todos los tiempos, también en la actualidad.
Sin embargo yo me pregunto ¿Para qué sirve un sacerdote? ¿Por qué poner tanta energía en la defensa de estos? Una persona con capacidad analítica intentará averiguar en estos tiempos modernos por qué precisamente lo “sacerdotal” es tan importante. El sacerdocio es importante para los sacerdotes porque por medio de lo sacerdotal ellos se pueden situar entre Dios y los hombres, pudiendo entonces decir a las personas: Necesitáis a los sacerdotes para alcanzar la salvación. Necesitáis a los sacerdotes para apaciguar a Dios. Necesitáis a los sacerdotes para llevar a cabo todo aquello que está prescrito para que seáis buenos seguidores del culto. Y los sacerdotes se hacen pagar por todo ello. Y esto no tiene nada que ver con Jesús de Nazaret, pues El dijo:”El Reino de Dios está en vuestro interior”. (Luc. 17, 21)
¿Acaso los cultos externos, misas, liturgias y sacramentos que han sido realizados por sacerdotes a lo largo de estos 2.000 años han hecho que éste mundo sea mejor, más sano, más armonioso, más pacífico, ó es todo lo contrario?
Cada cual es libre de pensar lo que quiera, pero si se hubieran cumplido los 10 Mandamiento de Dios y el Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret éste mundo estaría de otra forma sin duda alguna. No existirían sacerdotisas, pero no por un machismo ancestral anclado en lo eclesiástico, si no sencillamente porque no habría religiones, por lo que no se necesitarían tampoco sacerdotes. Sólo Dios es el único Padre Santo y todos los demás somos hermanos y hermanas.
José García (ex cura)