|
¿Es justo que los ciudadanos paguen los platos rotos de la mala gestión bancaria? Pues no lo es. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, además de Pedro Solbes, ha dicho que los ahorros de los españoles no corren peligro, que en España no hay activos intoxicados como los que están jodiendo en los EE.UU., y que la inyección de dinero y la garantía de los depósitos son medidas que se toman para impedir que en España la crisis, cuando llegue, si es que llega, no afecte mucho a la economía española. Pero eso sí, los ERE's se siguen produciendo, como el previsto por Nissan.
¿Y qué va a pasar con los trabajadores que van a ser despedidos? Pues que o encuentran un trabajo muy bien pagado o van a tener muy difícil pagar sus hipotecas (quienes las tengan), porque como he comentado antes, los bancos ya no se fía de ellos mismos, no saben si un crédito que han pedido a otro banco está lleno de esos activos intoxicados provenientes de las hipotecas de alto riesgo, y esa desconfianza redunda en los precios de interés interbancarios, que provoca la subida del Euríbor y de las hipotecas. Todo muy bonito, una lástima que los políticos y los banqueros pidan dinero público para solucionarlo.
Éste es uno de los mágicos y buenos efectos de la globalización mundial. Los bancos se pasan de listos en EE.UU. y al final los españoles acaban pagando hipotecas más altas. Los precios de las viviendas suben, los bancos se frotan las manos, los créditos que piden los ciudadanos son cada vez más altos, los bancos ganan más dinero, dinero que al final resulta no tener valor, y toda esa burbuja en la que se hinchan los precios cada vez más y más resulta que acaba explotando, y la porquería y la mierda termina por salpicar a todo el mundo regido por el capitalismo.
Porque el problema de las hipotecas es grave para quien tenga una. ¿Pero qué ocurre con los ciudadanos que en medio de las vacas gordas querían tener varias casas, porque si sólo se tiene una la vida es muy aburrida? Pues que se han encontrado con que las personas no tienen dinero para comprar pisos, y mientras tienen que pagar el piso nuevo (con sus entradas y sus hipotecas correspondientes), nadie les compra el piso que quieren vender, porque para pagar la hipotecas de la nueva casa o del nuevo chalet necesitan dinero, y con los sueldos del trabajo y la subida de los precios no dan a basto.
Porque sí, con la llegada del euro a España los precios subieron, y muchos de los productos que antes valían 100 pesetas (qué tiempos al recordar los famosos veinte duros, ¿verdad?), pasaron a valer 1 euro (166,386 de las antiguas rubias o pesetas, por no ser machista, que más de una persona podrá llamarme machista por llamar rubia a una peseta, nunca se sabe). Claro, como las monedas de 100 pesetas y las de 1 euro son tan parecidas en tamaño, los ciudadanos no íbamos a darnos cuenta de la diferencia de valor monetario entre la moneda de 100 pesetas y la de 1 euro.
Los precios de los productos en España suben, con el mismo dinero (30 euros de ahora, en comparación con las 5.000 pesetas de antes) ya no se compra lo mismo, sino que se compra menos. Los precios de los productos han subido, y los sueldos de los trabajadores no han sufrido (aunque no sería sufrimiento sino placer) las mismas subidas comparativas (por lo que al no sufrir una subida de precios, provoca sufrimiento en los bolsillos de los compradores, de los trabajadores, de las amas de casa que llevan las cuentas, que tienen que alarga el suelo para llegar a final de mes). Claro, por eso los precios parecen caros.
| |