Creer o no creer en el destino?
Como la gran mayoría de las cosas controversiales de esta vida, así como hay personas que creen en él, las hay que no, pareciera que a algunos les cuesta procesar que todo esté predeterminado de antemano y no se pueda alterar en lo más mínimo el patrón ya establecido.
Yo no creo en el destino, para mí el destino no existe, es una creación humana para acomodar sus acciones en lo impreciso y no en lo certero, yo creo en lo inevitable pero no en eso que llaman destino, me parece descabellado que todo lo que hago es un burdo juego al azar. Donde quedó entonces el significado de aquello de al forjar nuestro destino, trazamos nuestro camino? por qué dijeron caminante no hay camino, se hace camino al andar? debe haber alguna suerte de aleatoriedad, esa aparente carencia de propósito, causa u orden.
Hay ocasiones en las que se escucha decir ¿por qué me tuvo que ocurrir x cosa? y muchas veces se nos olvida que lo que sembramos, cosechamos, que lo todo lo que sube tiene que bajar, que hay una causa para un efecto y es que si bien no creo en el destino si creo en el karma, ese efecto boomerang que retorna (la mayor parte de las veces con creces) lo bueno o lo malo que hace cada quien, mi freno de mano en muchas cosas se llama karma, en algunas ocasiones simplemente se me olvida, son lapsus pendejus pero de esos creo que le dan a cualquiera, no es que sea consuelo, ya saben, mal de muchos consuelo de tontos, pero al menos uno se siente menos estúpido! La vida es como el yin y el yang, de todo lo malo siempre hay algo positivo y de todo lo bueno siempre hay un poquito de lo malo y precisamente por eso el éxito es el premio del esfuerzo para conseguirlo, un día te toca perder, otro ganar.
La vida es tan corta que si la echamos a perder se acaba mas rápido, es por eso que es trabajo de cada quien hacer lo necesario para sostener económicamente el hogar y poder realizarse. Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestras acciones y decisiones, nadie me dijo que iba a ser fácil esta travesía!
Para concluir, el 'destino' no es lo que inexorablemente le va a pasar a cada quien, sino lo que uno permite/trabaja para que (una mezcla de ambos) le suceda.