Lo de tele basura me parece excesivamente blando. Esto es tele mierda. Fijense ustedes cuando enciendan la tele y vean a un periodista, comunicador, tertuliano o caradura, de cualquier sexo, masculino, femenino o neutro, muy bien pagado, pues se llevan entre las ochenta y cien mil pesetas por programa, soltar de golpe eso de que sabe de fuentes bien informadas...o de personas próximas a.....¡Ojo, que aquí comienza el desvarío! y continuará diciendo, que Menganita y Fulanita cobran taitantos euros por cada felicianoque echan, que la mujer de Tolito está engarañada con el cuñado de Florito, que el novio de Citolito se quedó con la pasta de su socio, que era el primo hermano del constructor que hizo la verja en casa de Perenganito, antes de que este le diera una bofetada a su novia, que ahora se encuentra presuntamente implicada en la Operación Pato Rojo. Esto un día y otro y maroto.
Y no pasa nada, pero nada de nada. Y lo acompañan de un fotomontaje del Papa cazando elefantes, de Fraga corriendo la maratón de Nueva York o de la beata Teresa de Calcuta tomando el sol en biquini.
¡Y no pasa nada! Y todo esto frente a nosotros, millones de estúpidos y estúpidas que con el mando a distancia en la mano cual báculo de poder, casillegamos a creernos lo que vemos y oímos.
¡Y nunca pasa nada! A alguno o alguna de esos cretinos o cretinas, algún juez o jueza le pone, en el mejor de los casos, una multa que pagan con un par de programas en los que son vitoreados como mártires por sus ilustres colegas, quintacolumnistas defensores de la libertad de expresión y aplaudidos por los espectadores del plató, jaleados por el mindundi de turno.
Y nos rasgamos las vestiduras cuando los "principales"de turno, mandan al carajo, como muy cerca, al informador de paso que le pregunta si su novia usa Tampax o compresa. Muchas, muchas veces cuando veo estos programas, porque yo también estoy entre las estúpidas a las que me he referido, prometo firmemente no volver a encender esa caja tonta, tonta y con muy mala leche...pero la carne es tan débil.