En un momento en el que todos buscan nuevos modelos de negocio, creo que es importante plantearse la problemática de una Sociedad Digital. Los americanos denominan ya al Siglo XXI el siglo de la red. Para que esto sea realmente cierto es necesario una migración más completa del papel al dígito y del texto al contexto.
No podemos olvidar que, de momento, incluso las empresas que se consideran avanzadas, tienen un alto porcentaje de todos sus procesos con terminaciones físicas. Ya sea porque tienen que entregar un producto físico o porque su sistema informático es incompatible con el de sus proveedores y/o clientes. Incluso en entornos típicamente digitales como periódicos, el contenido histórico se encuentra, en la mayoría de los casos, en un formato no manipulable por ordenador. La mayoría de los fracasos de los últimos años, tanto en el Comercio B2C como en el B2B, se deben a que el contenido físico del negocio era tenía demasiado peso en la totalidad del servicio o de las transacciones para poder incorporarles las ventajas de una Sociedad en Red.
Desde el punto de vista del texto, todavía es la inmensa mayoría del formato de transmisión de información y enseñanza. Estamos utilizando elementos y conceptos de hace 100 años en vez de utilizar nuevas herramientas y formatos que permiten, mucho más eficazmente, reconocer la información, convertirla en conocimiento y plantear soluciones muchos más adecuadas a las necesidades de una juventud que, criada en el entorno de los videojuegos, es capaz de manejar más del doble de los impulsos visuales que nosotros podemos tratar. Seguimos en una sociedad de tortugas a la que se están incorporando, cada día en mayor número, rápidas gacelas y guepardos.
La Gestión del Conocimiento, por otra parte tan en boga, sigue sin representar más de un porcentaje mínimo en la inversión actual de una empresa. Los contenidos, cada vez más importantes en una sociedad en red, siguen siendo anticuados y poco adaptados a los nuevos entornos de la Red. Pasar del texto al contexto se hace poco y, desgraciadamente, mal. Seguimos primando la información profesional para pequeños grupos en menoscabo de generar nuevos formatos que nos permitan acceder con ellos a todos nuestros clientes.