Tuve un profesor de medio ambiente que decía que casi todos los métodos de limpieza consistían en diluir o concentrar o mover de sitio. Me ha venido el recuerdo al leer las noticias sobre el vertido de petróleo en el Golfo de México y el uso masivo de emulsionantes, (también llamados dispersantes*). Pero, ¿que es un emulsionante? ¿Realmente se esta eliminando el vertido?
El producto utilizado en el derrame de petróleo del golfo es el Corexit 9500 junto con su pariente Corexit EC9527A. Lo más parecido que podemos encontrar en nuestra casa seria el contenido de un cubo de detergente. Ambos actúan como productos surfactantes, también llamados tensoactivos. Reducen la tensión superficial de un líquido, en este caso petróleo, para permitir su mezcla. Y mezcla es la palabra clave porque no reducen la cantidad de petróleo presente ni afectan a su composición o peligrosidad.
Efecto de un producto tensoactivo. Fuente: Wikipedia
En la imagen podemos ver como se comportan. En la zona de unión entre el petróleo y el agua se forma una fina capa de producto surfactante. Las moléculas de este producto atraen por un extremo al agua y por otro a las diferentes moléculas que forman el petróleo. Tras suficiente agitación, y en el mar no falta, el resultado es una minúscula gota de petróleo rodeada de agua. Hemos conseguido diluir el petróleo y hacer la mancha más grande. Y, de paso, añadimos un nuevo producto químico que no siempre es inofensivo. Podría parecer que este es solo un primer paso en el tratamiento pero no. En realidad, eso es todo. A continuación, se pide a la vapuleada naturaleza que eche una mano.
Nuestra minúscula gota de petróleo puede tener varios destinos. Si esta compuesta por hidrocarburos ligeros puede subir a la superficie y evaporarse en todo o en parte reduciendo el vertido. Si es muy pesado puede acabar en el fondo del océano. Pero, en general, se pretende que sea comida de bacterias. Las microscópicas gotas de petróleo presentan una gran superficie lo que facilita el trabajo a las bacterias que, a su vez, son ingeridas por otros animales marinos. Junto con la parte del petróleo que no hubiesen procesado todavía. El vertido desaparece de la vista pero no lo hemos eliminado. En este caso, se están detectando inmensas "nubes" de petróleo mezclado con agua bajo la superficie del océano atlántico. A su paso, el agua queda sin oxigeno disuelto, consumido por el petróleo y las bacterias que intentan comérselo. Es un fenómeno que no se habia detectado hasta ahora porque nunca se había utilizando emulsionantes a esa profundidad y directamente sobre el foco del vertido.
Desgraciadamente, una parte acaba incorporándose en la cadena alimenticia marina en formas que aún no podemos rastrear o comprender totalmente. Un porcentaje, espero que minúsculo e inapreciable, terminara en un plato de atún en mi cocina.
*Curiosamente la RAE no acepta la palabra dispersante que todo el mundo viene utilizando, así que he prescindido de ella. Aunque parece ser un estándar en la industria como en este interesante documento que he encontrado en la red. Guía para el uso de dispersantes en derrames de hidrocarburos
Fuente:
Limpieza por traslado