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| | | | 147) WOW...... Rudyciiitooo........
Has vuelto con briooosss........ jajajajajajaaaaaa........
Ma& ntilde;ana lo leooo....... jejejeee......
Que ahora se me juntan las letras....... jajajajaaaaaa
Mamá , mamá, en la escuela me dicen que estoy cabezón.
No les hagas caso hijo, y súbete al cerro para que les des sombra al pueblo.
146) Muy bieeenn cielooo.......
Que descanses tesorooo........ jejejejejeeee
Felices y dulces sueños...........
Hast a pronto corazón................
Cuídate......
Ya te diré mañana como ha ido el Conciertoooo.............
Jaj ajajajaaaaa............
Son risas y besitooossss....... te mando para ti y los tuyos........ con cariños........
Bona nit...... Petonets........ jejejejeeee
((( He visto que escribes muuuyy bieeennn...... el catalán.... ))) Jajajajajaaa...........
145) NO ESTÁ DE MAS RECORDAR.....
PARA QUE TENGAN UN MEJOR DÍA AL DESPERTAR
ELCIRCULO DEL 99
Había una vez un rey, digamos “clásico”. ¿Qué es un rey “clásico”?
-Un rey “clásico” en un cuento, es un rey muy poderoso, que tiene una gran fortuna, un hermoso palacio, grandes manjares a su disposición, hermosas esposas, y acceso a todo lo que se le ocurra. Y a pesar de todo eso, no es feliz. Y cuanto más clásico el cuento, más infeliz el rey. Y este rey es muy clásico.
Habí a una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertar al rey cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una gran sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre. Un día, el rey lo mandó a llamar.
-Paje- le dijo- ¿cuál es el secreto?
-¿Qué secreto, Majestad?
-¿Cuá l es el secreto de tu alegría?
-No hay ningún secreto, Alteza.
-No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.
-No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.
-¿Por qué estás siempre alegre y feliz? ¿eh? ¿por qué?
-Majestad, no tengo razones para estar triste. Su alteza me honra permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿cómo no estar feliz?.
-Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar– dijo el rey-. Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.
-Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero no hay nada que yo esté ocultando.
-Vete, ¡vete antes de que llame al verdugo!
El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación. El rey estaba como loco. No consiguió explicarse cómo el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.
-¿Por qué él es feliz?
-Ah, Majestad, lo que sucede es que él está fuera del círculo.
-¿Fuer a del círculo?
-Así es.
-¿Y eso es lo que lo hace feliz?
-No, Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.
-Así es.
-Y él no está.
-Así es.
-¿Y cómo salió?
-¡Nunca entró!
-¿Qu&eac ute; círculo es ese?
-El círculo del 99.
-Verdaderamente, no te entiendo nada.
-La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los hechos.
-¿Cómo?
-Haciendo entrar a tu paje en el círculo.
-Eso, obliguémoslo a entrar.
-No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
-Entonces habrá que engañarlo.
-No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, él entrará solito, solito..
-¿Pero él no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
-Sí, se dará cuenta.
-Entonces no entrará.
-No lo podrá evitar.
-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en él y no podrá salir?
-Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la estructura del círculo?
-Sí. -Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debes tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!
-¿Qué ; más? ¿Llevo guardias por si acaso?
-Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
-Hasta la noche.
Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía:
Este tesoro es tuyo, es el premio por ser un buen hombre, disfrútalo y no cuentes a nadie cómo lo encontraste.
Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de unas matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados y entró en su casa. Desde afuera escucharon la tranca de la puerta, y se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado sólo la vela. Se había sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían. ¡Era una montaña de monedas de oro!
Él, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas: Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis... y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60... hasta que formó la última pila:¡9 monedas! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa.
“No puede ser”, pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.
-Me robaron –gritó- ¡me robaron, malditos!
Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro “sólo 99”. “99 monedas. Es mucho dinero”, pensó. Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo –pensaba-Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que asomaban sus dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta, estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. “Doce años es mucho tiempo”, pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello.
Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero.
¡Era demasiado tiempo! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comida todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender... Vender... Vender... Estaba haciendo calor. ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.
El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99...
...Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando y de pocas pulgas..
-¿Qué ; te pasa? –preguntó el rey de buen modo.
-Nada me pasa, nada me pasa.
-Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
-Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?
No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.
De este tema trata este cuento del rey y el sirviente. Tú y yo y todos nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología: Siempre nos falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, la felicidad deberá esperar a completar lo que falta... Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la vida...
Pero que pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe que nuestras 99 monedas son el cien por cien del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de más redondo cien que noventa y nueve que esta es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados,malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual..¡ternamente igual!..
Cuántas cosas cambiarían si pudiésemos disfrutar de nuestros tesoros tal como están. Pero ojo, reconocer en 99 un tesoro no quiere decir abandonar los objetivos. No quiere decir conformarse con cualquier cosa. Porque aceptar es una cosa y resignarse es otra. Pero eso es parte de otro cuento...
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Enviado por Juan Luis Hdez. Lara. (14/10/2005)
.....
que descanses y pases un muy buen fin de semana
por esta madrugada ya vamos bastante bien, a ver si mañana se continúa igual, no lo sé
pero por hoy me marcho; un saludo, un abrazo y un beso (que cada uno escoja)
Unos amigos se encuentran en el bar, Pedro va golpeadísimo y Juan lo interroga: Pero ¿quién te atropello, compadrito? Mi vieja responde Pedro. Te atravesaste cuando iba en reversa, o qué paso? no compadre. Me pego porque llegue a la casa como Superman...¿volando? No... con los calzones encima de los pantalones.
jajajajajajjaja
no te preocupes que no soy peligroso y no te haré nada malo ;-)
de hecho te voy a dejar por esta noche, que tengo mucho sueño
Mientras más grande menos se ve, ¿qué es?
La oscuridad.
Qué le dice el foco a la luz?
Si no es por mí, no te van a ver.
Tomatelo bieeenn......... jejejejejeeee.........
Siempre es para bieeeen......... jajajajajajaaaaaa..........
Es que soooy tímidaaaa........... jajajajajajaaaaa.......
Y eso de quedarme a solas con un hombreeeee.......... jejejejejeeeee..........
Me pone nerviosaaaaaa............. jejejejejeeee.....
Dos borrachos le preguntan al barman dónde queda el baño, el barman le dice:
Por el pasillo doblan a mano derecha, bajan dos escalones y ahí están los baños.
Hip, okay gracias.
Cuando van por el pasillo uno le dice al otro:
Oye, ¿Era pa' la derecha o pa' la izquierda?
El barman dijo pa' la izquierda.
Pero para el lado izquierdo estaban reparando un elevador y se caen por el roto y se dan tremendo cantazo y uno se levanta bien adolorido y le dice al otro:
Yo no sé tu, pero yo me voy a orinar aquí, yo no voy a bajar el otro escalón.
136) Unos chistecillos más.......
Y me despidoooo............ y los '' cuates... '' sin aparecer......... jajajajajaaaa
De fiestaaaaa también........ ???? Jejejejejeeeee.........
Había una vez un elefante que se paró en una pata, y la mató.
parece que no quieres quedarte a solas conmigo y que necesitas tener a otra mujer también
ajajajajajaj jaa
me lo tengo que tomar bien o mal?
134) Tampoco aguantaré mucho más.......
Se me están cerrando las persianas....... jejejejeeeeee
Digo los párpados..........
Esp eraba que saliera del trabajo Mabiciiitaaaa........ jajajajajaaaa
Pero se habrá ido de juergaaaa........ jejejejeeeee........
Noche de ' halloween...... '
Unos leperos iban en un carro, y adelante iba un trailer con botes de cerveza, y el trailer se volcó y dijeron:
¡Vamos atachar los botes para venderlos y comprar cerveza!
me he calmado pronto que los ojitos se me cierran jajajajjajajajaja
en un ratito me iré a dormir
Somos doce hermanitos, yo segundo nací; si soy el más chiquito, ¿cómo puede ser así?
Yo soy Febrero y mis hermanitos son los meses del año.
Te has calmadoooo yaaaa......... ???? Jejejejeeeee.....
Un día una viejita reportó al 911 que había un gorila en su árbol. De inmediato le mandaron a un agente para que resolviera la situación. Cuando llegó, la viejita se sorprendió al ver que este agente venía solo y nada más de equipo de rescate traía una red, un perro entrenado y una escopeta. La viejita no lo creía y pensó que era una broma y entonces le preguntó:
Disculpe señor, ¿a poco piensa atrapar a ese gorila sólo con eso que trae?
El agente le respondió:
Claro señora, es que tenemos un nuevo sistema de atrapado, es más, se lo voy a explicar; mire, este perro está entrenado para atacar, así que me voy a subir al árbol y voy a hacer mucho ruido para que el gorila se baje del árbol. Entonces, como el perro está entrenado lo va a atacar entonces, yo me bajo rápido y le lanzo la red, ¿qué le parece?
A la viejita le parece una buena idea y acepta. Entonces, el agente se prepara para actuar con cautela y le da a la viejita la escopeta, y la viejita desconcertada le dice:
¿Yo para qué quiero esto?
El agente responde:
Para que si el que baja primero soy yo, usted le dispara al perro.
como es probable que también me lo preguntes a mí, te diré que supongo que lo hará cargando rápidamente la página (por ejemplo, teniendo una para escribir los comentarios y otra para cargarla) y copiando los chistes; así se trabaja más rápido
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