Una noche, la semana pasada, mi novia y yo nos íbamos a la cama. Bueno, empezamos a juguetear, y mis manos comenzaron a explorar, ya estaba bastante excitado y en ese momento, me dice:
- Ahora no tengo ganas, mi amor, tan sólo quiero que me abraces.
Yo dije:
- ¿QUÉ?!!!
Así que me dijo las palabras mágicas:
- No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer.
¡INSÓLITO! Al final, asumí que esa noche no iba a hacer el amor, así que me dormí.
Al día siguiente fuimos de compras a un Centro Comercial. Me fui a ver algunas cosas mientras ella se probaba tres modelitos carísimos. Como no podía decidirse por uno u otro, le dije que se llevara los tres.
Luego me dijo que necesitaba unos zapatos que hicieran juego, a 150.00€ el par, con que le conteste que me parecía bien. Luego pasamos por la joyería, de donde salió con unos pendientes de diamantes. ¡Estaba tan emocionada!
Yo creo que pensó que me había vuelto loco, pero de todas maneras le importó un pito. Pienso que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió un brazalete para tenis, porque si ella no sabe ni correr, mucho menos juega al tenis. Me parece que rompí con todos sus esquemas cuando le dije que sí.
Ella estaba casi excitada sexualmente después de todo esto; parecía a punto de tener un orgasmo debían haber visto su cara. Entonces dijo:
- Ven mi amor, vamos a la caja a pagar.
Me costó mucho aguantarme la risa al decirle:
- No, mi amor, creo que ahora no tengo ganas de comprar todo eso.
De verdad, ojalá le hubieran visto su cara. Se quedo pálida cuando le dije:
- Tan sólo quiero que me abraces.
En el momento en que empezó a poner cara de querer cagarse en mi puta madre, añadí:
- No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre.
Creo que no volveré a hacer el amor hasta la primavera de 2010...
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