Si algo tienen las llamadas "leyes" de la física es que es realmente difícil incumplirlas. Son bastante distintas al límite de velocidad de una autopista. En muy raras ocasiones, aparece alguien increíblemente brillante que descubre la forma de saltárselas. Aún mejor, en lugar de castigarlo suele recibir un Nobel o, por lo menos, reconocimiento y admiración. Por eso resultan tan frustrante ver reportajes donde se habla de como una carretera puede ser una fuente ecológica de energía.
De cuando en cuando, aparece una noticia con inventos o proyectos que parecen demasiado bonitos para ser verdad. Una turbina que produce electricidad gracias al viento generado por el paso de un automóvil. O una capa de asfalto dotada de materiales piezoeléctricos que generan electricidad al pisarlos. O un "guardia dormido", uno de esos badenes que frenan un automóvil, que mueve un generador para producir electricidad. Producir energía sin coste y de la nada ¿No es maravilloso?
Mini-molinos integrados en las barreras de la carretera.
Fuente: 2006 Metropolis Next Generation Design Competition
Maravilloso y falso. Por dejarlo bien claro. No conocemos ninguna forma de generar energía de la nada. Todo lo que sabemos es como quitar energía a algo para aprovecharla haciendo un trabajo. Podemos quitar energía al viento, frenándolo a la vez que mueve las palas de un aerogenerador. Podemos utilizar la energía química almacenada en el petróleo para producir calor y electricidad, pero en el proceso perdemos el petróleo. Podemos desintegrar átomos de uranio, convirtiendo parte de su masa en energía, y aprovechar esta última. Pero no podemos obtener energía de la nada y cualquier excepción a esta regla implicaría violar la primera ley de la termodinámica. Hasta donde sabemos, es algo totalmente imposible.
Entonces, ¿de donde sale la energía que producen esos aparatos? Es fácil. Toda ella sale de la gasolina consumida por el automóvil. En todos estos dispositivos se puede demostrar que aumentan el consumo. Un badén frena el avance de un automóvil por lo que consume más gasolina. Una turbina colocada justo en el borde de la carretera aumenta la resistencia aerodinámica de un vehículo. Es el mismo proceso por el que aumenta la resistencia aerodinámica cuando se circula dentro de un túnel. Esta energía no es ecológica, es terriblemente ineficiente y, desde luego, no va a reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente.
¿Significa eso que son sistema totalmente inútiles? Tal vez no. Es posible pensar en casos puntuales donde se recupere energía que suele desaprovecharse. Por ejemplo, para frenar vehículos en una pendiente prolongada. La mayoría de los vehículos desperdician la energía calentando los frenos, así que aprovechar una mínima parte sigue siendo positivo. Pero, si se generalizan, es probable que acaben convertidos en un simple "peaje en la sombra". Un sistema que produciría energía (y beneficios) para el propietario de la carretera, obligando a que los conductores gastasen más combustible. Aunque ineficiente desde el punto de vista de la energía, podría ser rentable para el dueño de una autopista e incluso sustituir a los peajes convencionales. Y, al igual que con las multas, a mayor velocidad, mas acabarías pagando.
Fuente:
Saltándose la primera ley en la autopista