De esas historias que nunca se olvidan..
Carta a un viejo amor..Luego de un reencuentro..después de 10 años sin verlo...y cruzando océanos
Vuelvo al norte...
Aún siento el placentero sabor del reencuentro, de lo familiar, de lo propio, de lo que queda atrás...
Y me da igual si no hay un ida y vuelta
Soy sueña de mis idas…
Emprendiendo un camino hacia noches silenciosas, entre el gozo que me provoca la nostalgia y la expectativa del camino por recorrer, de los amigos por conocer, del amor por venir
Ojalá que este invierno no sea tan frío, y que mis sábanas guarden al menos el calor de los recuerdos…
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Y vos…
Me gusta jugar con vos, hacerte enojar, con ironías y punzadas…
Me gusta verte gozar, con caricias y besos intensos, en la obscuridad de la noche…
Me gusta verme en tus ojos
Me gusta ver tu sonrisa de placer
Me gusta el amor violento que ofreces
Me gusta la confusión que generas en mi y el misterio de nunca saber,
Cuanto te puedo dar, cuanto estás preparado a recibir, y cuanto debo guardar para mi,
O para otro momento, tal vez en años, en que estés listo para entenderme.
Me gusta sentir la mirada de otros hombres y que vos los veas..y saber que hay celos que nunca me vas a confesar
Me gusta sentir celos de tu pasado y de tus futuros amores..
Me gusta saber que estás, en algún lugar y que me hacés sentir viva…
Que me llenás de una revolución de emociones encontradas.
Me gusta esperar un “Hola hermosa” o un “chiquita” …
Me gusta escuchar la dulzura de tu voz, que a veces se vuelve agresiva
Y me encanta saber que tu memoria es menos frágil que la mía y que en unos años, tirarás de la punta del ovillo, para volver a despertar recuerdos de viejas épocas; seguramente en medio de la creación de nuevos recuerdos.
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Una de cal, 20 de arena:
Me gusta tu fuerza, y no tu egoísmo
Me gusta el macho que hay en vos, y no tu vulnerabilidad, tu facilidad para sentirte herido sin razón, o agredido por mis “falsas verdades”
Me gustan tus ganas de progresar, y los sueños que perseguís, y no tu avaricia
Tu incomprensión y soberbia me alejan y sé que porque son parte de vos, ves claramente esos rasgos en mi, y me hago cargo, ahí están…jodiéndome
Y si bien no “me cerrás”, me jode el orgullo saber que yo tampoco a vos y paradójicamente me aterra pensar que podría ser “tu tipo” alguna vez.
Miedo a que se muera la ilusión, la fantasía, bajo el velo de la rutina
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Te idealizo deliberadamente…
Y este mes, hasta fantaseé con ser tu compañera, en quien te apoyes, quien te escuche cada noche, luego de la pasión; sin respuestas justas, al menos acariciarte hasta que te duermas
Y reconozco mis limites, mis miedos y mi carácter dominante, y tu necesidad de dominio que se golpean mutuamente, que se confrontan hasta para elegir la música que escuchar, o el vino que catar…
Mi coraza, dura, falsamente, que la vida me puso, que acepté usar, esperando a la persona, que sepa entrar, sin romperme; quien pueda apreciar mi fragilidad y abrazarme fuerte en mis momentos de debilidad, dándome una palabra justa, o simplemente un beso “de esos que humillan a la soledad”
No quiero repetir historias, quiero alguien fuerte a mi lado, que me haga sentir más mujer sin anularme, sin doblegarme, excepto en la cama
Quiero cambiar el rumbo, quiero mucha pasión, de esa que te hace sentir pleno; que te llena de adrenalina y de sonrisas para hacer frente al día a día, para mirar para adelante con o sin sol…
Me gusta tu sensibilidad, en la música y los pensamientos; y disfruto escucharte cantar, viendo como acaricias y golpeas, a la guitarra, y nos recuerdo, desnudos, hace mil años frente al piano..
Me gustan tus ansias de naturaleza, y nuestro mutuo amor por nuestra ciudad natal, así como es, con sus grises y sus baches, con su noche, con su río, con recuerdos de la adolescencia y más…
Me gusta saber que estaré muy muy lejos, de todo y de todos, al menos por un tiempo…
Me gusta saber que terminé una birome, en este viaje de regreso al viejo mundo, escribiéndote..
Me gusta saber que casi nunca hablamos de nosotros dos, como un algo…y esperar en tus comillas alguna insinuación
Me encanta provocarte, como a nadie; y ser yo misma, y hablarte de mi, con o sin reciprocidad
Me encanta, aunque nunca me respondas, sé que lo recibís, y que lo vas a guardar en un buen lugar.
Me encantó saber que luego de 10 años guardabas esa carta irracional que te mandé…
Gracias por este mes de compañía y emociones, por darme vida otra vez, por recordarme quien soy, y las cosas que necesito…Me estaba perdiendo en ningún lugar…
Miro el campo con la ilusión de verte en Ezeiza, como el último rostro familiar de mi país.
Y sé que no irás, pero es lindo saber que lo pensaste en algún momento.
Tal vez solo te estoy usando para distraerme, para tapar otras tristezas, para aferrarme a algo en un momento de vientos fuertes, de demasiados caminos por elegir, y ninguno con señales claras. Me tengo que jugar, otra vez, arriesgar hacia donde voy
Y pensaba en mandarte este mail en cuenta gotas, para no intoxicarte, para dilatar el placer, como en el sexo tántrico, pero sabés como soy: todo o nada, como vos…
