Me hizo mucha gracia cuando una colaboradora de un programa del corazón dijo: "No puedo pasar sin el móvil porque me siento como muerta, desprotegida, desnuda". Las afirmaciones me parecieron en su día un pelín exageradas - teniendo en cuenta que quien esto escribe no usa telefonillo, ni telefonazo - pero el tiempo me ha hecho ver que la dependencia telefonil es cada vez mas fuerte y que Montse Soler no andaba desencaminada. Es tal el cúmiulo de necesidades que nos crea un teléfono portátil que casi nadie puede prescindir de el. En otros posts (concretamente en "Telefonitis compulsiva") hablaba de que el acto compulsivo de usar el teléfono aunque no haga falta, se ha convertido, según los últimos cuadros clíniicos presentados por los especialistas, en patología y por tanto digna de estudio y tratamiento.
Muy pocos son los que pueden prescindir durante largos periodos de tiempo de este invento que ha revolucionado el mundo de las comunicaciones y que esta llamado a ser el artilugio del futuro, como en su día predijeron varios de los sociólogos que trataban estos temas(entre ellos Negroponte). En aquel entonces se dijo: "El futuro en la comunicación global no será ni de la televisión ni de los ordenadores personales, será del teléfono: en el se aglutinaran los dos anteriores y algunos más (gps,radio,mp3, foto,vídeo, etc.)". Y que duda cabe que a ello contribuye la portabilidad del móvil, cada vez menos pesados y mas completos en cuanto a hardware y software.
Es como tener toda la información en la palma de la mano; unas prestaciones que ni los mas optimistas de nuestros antepasados hubieran podido imaginar. Pero, como en todos los aparatos elecrónicos, existe un riesgo que deben asumir quienes viven pegados a el. Y de eso va el artículo de la argentina neomundo: los teléfonos inteligentes de última generación son tambien un coladero de información en ambos sentidos, detalle al que casi nadie le da la importacia que realmente tiene.
Un nuevo informe de ENISA identifica los principales riesgos de seguridad y las oportunidades para hacer y recibir daños en el uso de teléfonos inteligentes. Los principales riesgos incluyen software espía, una mala "limpieza" de los datos personales que suele realizarse mal cuando se vende o recicla el celular inteligente, una fuga accidental de datos y llamadas con tarifas "Premium" no autorizada, además del envío de SMS.
Las ventas de los teléfonos inteligentes en todo el mundo se duplicaron el año pasado (Gartner) y sólo en el tercer trimestre de 2010 se vendieron 80 millones.Si usted es uno de los cientos de millones de usuarios mundiales de teléfonos inteligentes, probablemente pase más tiempo con su teléfono que con su esposa: disponen de un conjunto de aplicaciones y sensores que incluso sabrán más cosas sobre usted.
Esos nuevos compañeros de vida son ahora una herramienta esencial en todos los ámbitos de la sociedad, desde los principales responsables del gobierno a negocios y consumidores. Y estos equipos son famosos por su enorme variedad de funciones; un teléfono inteligente puede ser una agenda completa, una cámara/videoteléfono, un lector de código de barras, un equipo para acceder al correo electrónico, o una forma de acceso a las redes sociales.
"Considerando el importante crecimiento de los teléfonos inteligentes para los negocios, gobiernos y ciudadanos de la UE, lo consideramos esencial para evaluar sus implicaciones de seguridad y privacidad", afirmó el profesor doctor Udo Helmbrecht, director ejecutivo de ENISA.
En su nuevo informe, ENISA analiza algunos de los riesgos clave:
- Escape accidental de datos confidenciales - por ejemplo, mediante datos de GPS adjuntos a imágenes.
- Robo de datos por aplicaciones malignas y de teléfonos robados, perdidos o desmantelados.
- "Diallerware" - software maligno que roba dinero mediante llamadas de teléfono no autorizadas.
- Sobrecarga de infraestructura de red por aplicaciones de teléfonos inteligentes.
El resultado más importante del informe es un conjunto completo de estrategias para asegurar los teléfonos inteligentes. "Los teléfonos inteligentes son una mina de oro de información delicada y personal y es vital comprender cómo mantener nuestro control sobre estos datos", explicó el doctor Giles Hogben, co-autor del informe.
Fuente:
http://paper.li/wizfun/1315752719