Médicos

este es muy antiguo pero siempre es nuevo para alguien.

Van un matrimonio de ancianos a consultar al médico por un fuerten catarro. El médico, tras reconocerle, le hace la receta y le dice:

- De estos supositorios, se pone uno por la mañana y otro antes de acostarse.

Los viejecitos salen de la consulta y la mujer le pregunta al marido:

- ¿Y cómo tienes que tomarte eso? ¿Con agua?

Cuando el marido le contesta que no lo sabe, la mujer le obliga a entrar para preguntarle al doctor. A su pregunta el doctor le responde:

- Al supositorio le quita la funda y lo introduce en el ano. ¿De acuerdo?

Al sslir, la mujer vuelve a preguntar si ya sabe como hacerlo. Cuando su marido le dice que debe introducirlo en el ano y como ninguno sabe lo que podía ser eso, la mujer vuelve a insistir que regrese de nuevo con el doctor. Este, esta vez le dice:

Si, hombre, si, debe ponérselo en el recto.

La mujer, al ver que ambos siguen en la ignorancia, insiste en volver a entrar. A eso, el marido le dice que no se atreve, que ya el médico se cansará y se enfadará.
Finalmente, vuelven a entrar y le piden al doctor que les aclare eso del recto y del ano, a lo que el médico les dice:

- Verá usted: el supositorio se lo me-te us-ted por el cu-lo.

El marido le dice a la mujer:

- !Ves como sí, que se ha cabreado¡