Sombras

Cuando las sombras de la noche
exprimen bruscamente su negrura,
y muy pesadas y lentas
van cayendo sus gotas,
y en un sòrdido ritmo
se acompaña su queja,
de pulsaciòn pausada,
insistente y muy honda.
Entre estas sombras negras
como piedras de obsidiana,
en donde el ritmo letal
de una sòrdida carrera,
surge de entre el silencio
un grito ronco y fuerte
que refleja en su voz
un dolor muy profundo,
en donde muy triste y sola
se va asomando el alma,
con el dolor a cuestas
y con el abandono,
que en su ser se refleja.
Crueles sombras que apagan
todos los resplandores,
y que enturbian los caudales
cristalinos y puros,
y que obscurecen los caminos
por donde el alma inquieta,
zurca para encontrar,
una luz que la guie,
una mano que la apoye,
un cariño que la entienda
y el fulgor de su inocencia.





Fuente: Sombras