Alguien me escuchará

Hay un grito silenciado en mi garganta. Voces que no tienen sonidos. Letras desintegradas en busca de un eslabón. Carezco de un lugar para el llanto contenido.

La fragilidad que siento en todo mí ser me adormece y me acuna en las cuerdas de una guitarra. Suenan cascabeles en el viento, adolecen las golondrinas en vuelo.

Destellan palabras en las noches. Palabras que en el día reposan entre algarabías de sueños por nacer.

Que alguien me regale una nueva vestidura y me nutra de nuevo el vivir. Alguien para desterrar mis lágrimas guardadas y que no desatienda mis sollozos cuando estoy asustada entre el olvido y la desesperanza.

Alguien que pueda escucharme porque hubo un día que callé de pronto la voz de mi destino. Cerré las maletas y nunca más pude volver a abrirlas. Dejé que todo pasara. Desconocí mi origen, hallé muerta a todas las flores y olvidé sus fragancias. Me cubrí con el velo de la bastardía, me he vuelto inaccesible en el silencio, inabarcable en una isla antagónica y ansiolítica, pero estoy viva. Si me ves pasar, no me preguntes adónde voy, voy en busca de ese alguien...