Rememorándote de nuevo

El día se dejaba ver
como los sueños al amanecer
Entre otras cosas prometía
y fue tanta la fe, el deseo
que pareciera un sueño
con ganas de hacerse realidad
La lluvia se detuvo
Tus bellos ojos fueron
la primera sorpresa
Pasaste como lo hacen
las reinas en la corte,
con tu mirada altiva
Al detallar vi al aire tus piernas
Hablamos unos instantes
Nuestras miradas dijeron
hasta que llegó el roce
el tacto sagrado
en que te sentí
Mi cuerpo y el tuyo
como dos enamorados
se acercaron tanto
que no se pudo más
Tus manos buscaron
Las mías también
Los labios se dieron
todo al atardecer
Palabras, muy pocas
Miradas, ardientes todas
De repente en otro lugar
al detallar los hechos
noto a las prendas caídas
dejando a los cuerpos ver
En el desnudo tuyo
con el deseo tan mío
compenetramos el querer
La fuerza sin permiso
abría campos de amor
Tú, entregando todo
yo, te daba mi amor
Los cuerpos batiéndose
en esa lucha de paz
encontraban comodidad
en cada movimiento
Estando en esa altura
como tratándose
de cuerpos sedientos
llegamos a un final
que sublime recuerdo
como el mejor regalo
como el más querido anhelo
que poseo yo de ti
de ti, de esa tarde
y de todo lo que recuerdo

Samuel Akinín Poesías al viento