Estás en todos lados, vida de mi vida,
en mis pensamientos, y también en cada rincón
de este cálido y espacioso hogar,
estás por todos lados, abajo, arriba,
y en el mismo centro de mi corazón.
Estás en el fresco aroma de las rosas,
vives reflejada en el agua clara de la fuente,
tu voz se escucha en el rumor de las olas,
gravitas en mi alma en forma intermitente.
Tus ojos reflejan un cielo límpido de verano,
las noches de abril semejan el color de tu cabello,
mientras que la brisa se transforma en un llamado
que agita cada partícula de mi universo.
Te encuentras presente en todas mis acciones,
formas parte de lo más íntimo y sagrado
que se aloja dentro de mi espíritu apasionado,
capaz de encender el fuego de nuestros corazones.
Tu piel es parte de la blancura de las nubes
de manera tal que compiten en belleza y en color,
y cuando esas masas blancas derraman sus virtudes,
el llanto que brota es la prueba más pura del amor.
Estás, Ivannia mía, en los cálidos rayos del sol
que penetran mi epidermis todas las mañanas,
habitas en los insondables abismos del amor,
de este bello sentimiento que todos los días
a mi puerta en forma inclemente llama.
Donde quiera que yo vaya te encuentras presente,
no puedo apartarte ni un instante de mi lado.
¿ Será esto un castigo o un hechizo permanente
o será tan sólo el perdón por todos mis pecados ?
Hoy, casi en el nacimiento de la madrugada
te encontré completamente adherida a mi cuerpo;
estabas sujeta a mi mente, como un pensamiento,
hoy al fin descubrí por qué estás en todos lados,
descubrí que desde el inicio de mi vida ya te amaba
y que eres la mujer ideal que por siempre he buscado.
