Hola David, necesito tu buena orientación de nuevo !!!! tengo dudas entre: Ibiza 1.6 16V 105CV DSG (77 kw) Style o Reference unos 18000 Polo Advance 1.6 TDI 90 CV DSG 7 vel. unos 16.500 ambos. No sé si la diferencia en el precio es los caballos....
...Aunque no pienso hacer muchos kms. siempre he oido que era mejor opción Diesel pero tu aconsejas Gasolina. He leido este comentario, (la Versión 1.6 de 105 CV con el cambio automático DSG de siete velocidades. Es suave y tiene una respuesta rápida, incluso si se circula en marchas largas. También resulta agradable por su silencio de marcha. El cambio DSG no nos ha terminado de convencer, ya que frecuentemente selecciona marchas demasiado largas, que hacen algo incómoda la conducción. Incluso en el modo «Sport», previsto para que seleccione la marcha más corta posible (dentro de unos límites), es frecuente que vaya en dos o tres marchas por encima de la que sería más adecuada. Este funcionamiento no suele ser así normalmente: en otros modelos que hemos conducido, este cambio da un resultado excelente) no se si es un comentario personal o es frecuente que el DSG vaya unas marchas por encima o solo pasa en el Ibiza.... y si es lo mismo: el control de estabilidad y el control de tracción.
Respuesta:
Empiezo por el tema de la elección entre Polo diésel o Ibiza gasolina. Yo te recomendaba el gasolina porque, en general, suelen ser más baratos y, dado que no vas a realizar demasiados kilómetros, no compensarías la diferencia de precio. Aquí, sin embargo, planteas un diésel de menor precio y algo menos potente (90 CV frente a 105 CV) dotados ambos de cambio DSG. En este caso, yo escogería claramente el Polo. La potencia es directamente proporcional al número de revoluciones de la mecánica en relación con el par motor. De esta manera, un coche con mucho par motor a pocas vueltas puede ofrecer una potencia que a veces resulta menor que otro que, con menos par motor, alcanza mayor número de revoluciones. Justo eso es lo que ocurre con los motores diésel, que son menos potentes porque, a pesar de tener mayor par motor, son capaces de girar a menos vueltas que los motores de gasolina.
¿Por qué suelto este rollo? Porque el par motor, aunque difícil de explicar, es el que aporta la sensación de fuerza al conductor. Cuando al apretar un poco el acelerador notas una rápida respuesta de la mecánica suele significar que el par motor es elevado. Por eso los diésel son muy fáciles de conducir -y se calan menos- porque siempre ofrecen una buena cantidad de fuerza al realizar una conducción normal.
Todo lo anterior es importante para entender que el motor 1.6 TDI de 90 CV ofrece mejor respuesta en situaciones normales que el 1.6 de gasolina con 105 CV de potencia. Además, acoplados ambos al DSG, resulta que los motores diésel son también más adecuados para un cambio automático (llamémoslo así aunque sea un cambio robotizado) pues el mayor par permite que se aproveche mejor el rendimiento general de la mecánica y se obtengan buenas cifras de consumo. Respecto al comentario que me indicas, he visto que proviene de Yahoo.com en su sección de motor, realizada a su vez por KM77.com. A pesar de la absoluta profesionalidad de quienes realizan dicho portal -a quienes conozco y en donde tengo varios amigos-, no comparto opinión con ellos. Además, la frase que utilizan en Km77.com es bastante más comedida: Curiosamente, y —contra todo pronóstico—, su funcionamiento en el Ibiza no nos ha gustado por diversos motivos: en el modo «Sport» circulaba siempre en marchas demasiado largas y nos ha parecido que era algo más lento al cambiar que en otros modelos. Aún así, su funcionamiento es preferible al de muchos cambios de marchas automáticos
Estas impresiones de conducción fueron tomadas, además, en la presentación del Modelo y sobre una unidad de preproducción (acabada a mano y todavía con algunos retoques finales que realizar) Lo sé porque también yo tuve oportunidad de probarla. Pero incluso sobre dicha unidad, mi opinión también difiere, y yo probé dicha unidad apartándome de la ruta indicada y realizando un recorrido por carreteras secundarias. De todos modos, las opiniones siempre son particulares y, las sensaciones, subjetivas.
Y para el final he dejado lo más sencillo o lo más complicado, depende de cómo nos lo planteemos. El control de tracción y el control de estabilidad no son lo mismo, pero cuando un vehículo dispone de control de estabilidad significa que cuenta con control de tracción (electrónico), lo opuesto no tiene por qué cumplirse, pues existe la posibilidad de que un automóvil disponga de control de tracción electrónico sin que disponga de control de estabilidad.
Aunque puedes ver ambas definiciones en el diccionario de MotorGiga, te facilito aquí también una sencilla explicación de cada sistema.
Control de tracción: Un sistema que electrónica o mecánicamente permite mejorar la tracción (empuje) del coche mediante el envío de mayor fuerza a la rueda que dispone de mayor adherencia. Los controles de tracción electrónicos son los más habituales y constan de una centralita que mide la posible diferencia de giro entre las dos ruedas motrices y, si ésta es demasiado elevada, envía una señal al freno de la que más gira para que el diferencial mande mayor fuerza a la otra rueda y se compense así el giro de ambas.
Control de estabilidad: Un sistema electrónico que permite limitar los movimientos no deseados del coche (subvirajes o sobrevirajes) ante determinadas situaciones de conducción. Para hacerlo cuenta con diversos sensores que informan a una centralita electrónica de la posible desviación de trayectoria del coche. Si ésta se produce el sistema es capaz de mantener al vehículo en la trazada ideal (dentro de los límites de la física) mediante el frenado de una o varias ruedas e incluso actuando sobre la potencia que envía la mecánica a las ruedas.
Fuente: VW Polo o SEAT Ibiza (ambos con DSG) en motorgiga.com