Un poco largo pero muy, muy divertido...espero que lo disfruteis. Besos.
PD. Recordad que como todos los monólogos se basa en tópicos
Hoy en día, si paras a alguien por la calle y le preguntas dónde puedes ir a comer, la conversación suele ir más o menos así:
-Oiga, ¿qué restaurantes hay por aquí cerca?
-Un chino, un vietnamita, un japonés...
Que a uno le dan ganas de contestarle:
-Vale, pues primero me cuenta el chiste. Cuando acabe le cuento yo uno buenísimo de loros.
Y es que ahora lo que triunfa son los locales exóticos, que es la manera fina de decir que son más raros que un condón con bolsillos.
Cuando por fin te decides a aventurarte en uno de estos locales, nunca tardas mucho en comenzar a sentirte frustrado. En realidad, tardas exactamente lo mismo que el camarero en traerte la carta, porque una vez la abres ahí no hay quien se aclare. ¿Qué comes? ¿Una tortilla Dashimaki Tamago? ¿Gyoden? ¿Sakana Nabe? ¿Sashimi? ¿Hablar alguien idioma mío? Como es obvio que si pides cualquier cosa al azar te van a traer un plato del único alimento al que eres alérgico o, con suerte, de algo que no te gusta desde pequeño, toca preguntar al camarero:
-Disculpe, ¿qué es el sukiyaki?
-Calne con tofu, shirataki, shungiku, dashi...
Y uno comienza a preguntarse angustiado si se ha metido en un restaurante o en una tienda de Pokemons.
Yo, por si acaso, el único local con carta rara que piso es el del chino del barrio. No hace falta que os diga el nombre porque, como casi todos, se llama La Gran Muralla. Digo yo que de tanto piratear CDs y DVDs se les debe haber pegado la costumbre de copiarlo todo, porque con cuatro o cinco nombres puedes citar a todos los restaurantes chinos del país. Con lo bonito que quedaría ponerle Casa Wang...
Al entrar en un chino, lo que más llama la atención (además de esas puertas camufladas en las paredes que dan tan mal rollo) es la decoración del local, tan original como el nombre del restaurante. Yo creo que en Pekín tienen una fotocopiadora de espejos y sólo fotocopian tres o cuatro modelos para todos los restaurantes, porque en cualquier chino de cualquier ciudad del mundo puedes encontrar un espejo con un oso panda, uno con un dragón y otro con un río y una montaña. Ah, y no preguntes, que es peor:
-Oiga, ¿por qué ponen la misma decoración en todos los restaurantes?
-Pol el Feng Shui.
Y tú, con cara de póker y pensando qué narices será el Feng Shui:
-Ah, claro, no se me había ocurrido...
Una vez en la mesa, toca hablar de leyendas urbanas de los restaurantes chinos. Por algún motivo desconocido, cualquier conversación que se inicia en un chino se desvía inevitablemente hacia ese tema.:
-Pues el barça no jugó bien este domingo pero ganó
-Estos sí que ganan, que a base de ir vendiendo ropa del taller que tienen detrás de la puerta camuflada... Y eso por no decir lo que se ahorran sirviendo gato en vez de ternera, ¡Y carne humana! ¿Te has fijado que no hay tumbas de chinos en los cementerios? A mi me huele que...