La desesperación que se siente cuando algo parece imposible es muy angustiosa. Este digamos 'SOS' lo escribí cuando mi traumatólogo me informó del estado de mi espalda, y de la posibilidad de que mis dolores a la hora de tocar el piano fueran duraderos.
Dicen que nada es imposible, pero en mi caso parecen querer hacer una excepción. Un sueño inalcanzable… ¡todo me lleva a pensar que jamás conseguiré mi meta en esta vida! Dolor físico… ¿cómo se lucha ante eso?
Reclamo ayuda. Sé que yo sola no podré, pensé que el individualismo sería acertado pero ya no me siento con fuerzas para seguir… he padecido tanto… el destino parece oponerse a mis sueños… música… ¡cuántos escalofríos produces! Sonrisas, tristezas, melancolías, rabia… ¡cómo la que me invade!
Pondré todo mi empeño, este dolor no impedirá realizar tanto por lo que he luchado. Música, ayúdame a seguir… o quizás no te sientes alagada por cómo me uno a ti… por cómo te represento en mi sentido más preciado… crees que no te realicé y aproveché con todas mis capacidades, querías florecer y tan sólo asoma el tallo de la desesperanza. Yo quise florecer junto a ti… quise recoger tu fruto y saborear la satisfacción de conseguirlo.
Reconozco que pude regalarte más y negarte menos, facilitarte tu expresión y no presionarte en pasajes perdidos… me faltó delicadeza, pero prometo que jamás te volveré a fallar si tú me ayudas a continuar, por favor inspírame contra este dolor… por favor… MÚSICA.
0
0