Enterrar los residuos tiene muy mala prensa. Y con razón. Pero, en caso de los residuos nucleares, enterrarlos a gran profundidad puede ser una buena alternativa. ¿Cuánto? Digamos entre 5 y 10 kilómetros de profundidad.
Esta es mi segunda anotación en poco tiempo sobre el tema de los residuos nucleares. Reconozco que el tema me preocupa y las noticias en la prensa tienden a recordármelo. Creo tenemos la obligación moral de ocuparnos de los residuos que hemos generado. Como en ocasiones anteriores, no voy a tomar partido sobre si debemos eliminar la energía nuclear o esta es un mal menor necesario para evitar otros problemas como el calentamiento global. Simplemente no tengo información detallada y suficiente. Como la mayoría de los ciudadanos, dicho sea de paso. En esos casos prefiero seguir leyendo antes de opinar.
¿Podríamos tirar los residuos a un pozo y luego olvidarnos de ellos? Quizás si el pozo es como el de este gráfico. Kilómetros de profundidad y un sellado especial para bloquear el pozo una vez depositados los residuos.
Fuente: Nirex Report : A Review of the Deep Borehole Disposal Concept for Radioactive Waste (pdf)
Algunas de las ventajas son claras. Una vez enterrados, los residuos serian casi inaccesible lo que evita riesgos de contaminación del entorno. La propia roca seria un almacenamiento seguro como se demostró con los reactores nucleares naturales de Oklo. Adiós a los problemas de robos, terrorismo o contaminación de la atmósfera. Incluso se evitarían riesgos si la sociedad y la tecnología degeneran. Si la civilización desaparece no habría forma de llegar a ellos. Y si se recupera, creo que cualquier sociedad capaz de perforar 5 kilómetros de roca, conocerá algo sobre física nuclear.
La tecnología para construirlo ya existe y un ejemplo es la perforación en la península de Kola que supera los doce kilómetros de profundidad. Curiosamente, a esa profundidad aparece agua de origen geológico que se ha mantenido separada de la superficie gracias a las capas de roca impermeable y al tirón de la gravedad. Otro elemento que da confianza sobre las posibilidades de aislamiento a largo plazo. De momento, solo se han realizado estudios iniciales sobre esta posibilidad. Sin embargo, los gobiernos ya están organizando congresos internacionales sobre el almacenamiento a gran profundidad de residuos nucleares. El tiempo dirá si es una alternativa mejor que los almacenamientos más o menos superficiales.
Para acabar me gustaría mencionar una estupenda anotación que he leído hoy en la La Pizarra de Yuri sobre el accidente de Chernobyl y la actuación heroica de las personas que lograron limitar la consecuencias del mismo. Aunque los admiro, no puedo evitar recordar la famosa frase, que de Bertolt Brecht, "Felices los pueblos que no necesitan héroes". Ahora que se acerca el 24 aniversario, espero que nunca más necesitemos héroes.
Fuente:
Enterrando residuos nucleares a gran profundidad