Carta de un hombre

Es cierto que las mujeres son seres inferiores.

Las podemos asemejar, más que a los hombres, al reino animal. Tienen a sus crías, las amamantan, las crían, les enseñan a luchar por la vida, mejor dicho a sobre vivir en la jungla de la sociedad.

Debido a estas características, han quedado apartadas de la sociedad formada por nosotros, los hombres. Las mujeres no están capacitadas al tener hijos, para trabajar, o dirigir políticamente un país.

Intelectualmente, se sabe que tienen un cerebro más pequeño. Cerebro que sólo les sirve para tomar consideraciones sobre la vida familiar o doméstica.

Cuando deciden formar una asociación, sus mentes estrechas solo saben fomentar la costura, la cocina y la gimnasia. Nos les pidamos más, no están capacitadas.

Desde hace varias décadas les estamos otorgando el derecho a trabajar. Pero por favor, que no exijan más. Que no exijan, bajo el pretexto que tienen más títulos que nosotros, o que hacen más horas que un reloj, un salario superior al nuestro. Es injusto y degradante para el género humano. ¿ Donde se ha visto que una mujer gane más que un hombre?

Y esta nueva moda... Ser jueza, ministra, policía, alcaldesa, doctora, astronauta, panadera, periodista, presidenta... Valiéndose de no sé que están usurpando los puestos de trabajo que conseguimos con dificultades en el pasado.