Sábado, 4/11/00 - (FLORES - TIKAL) |
Coatí |
A las 7 A.M. estábamos en la puerta del hotel esperando al microbús que nos llevaría a Tikal con 10 minutos de retraso, el transporte, supuestamente dedicado al turismo, va recogiendo pasajeros por el camino, ¿trabajadores de la zona arqueológica?, supongo que no todos. El día está bochornoso y el viaje que supuestamente debería durar 45 minutos dura 1 hora y media, justo en la entrada al parking de las ruinas, la caja de cambios del bus empieza a sonar de forma sospechosa, el transporte queda totalmente inutilizado; entramos en la zona arqueológica confiando tener preparado a la vuelta otro vehículo. Dentro de la Reserva natural de 500 Km2, se encuentra la zona arqueológica que se extiende por 12 km2, recorremos el camino que lleva hasta la plaza central, someras explicaciones indican algunas especies de árboles como una gran ceiba, el zapote, árbol del que se extrae la materia prima para elaborar el chicle.
El grupo de restos arqueológicos se encuentra inmerso en la densa selva del Petén, las altas pirámides alcanzan alturas de 40 metros con empinadas escaleras, hay muchos conjuntos arquitectónicos que yacen bajo inmensas montañas de vegetación. Al regresar a Flores, paramos en el aeropuerto a retirar el billete que reservamos ayer, para hacer el trayecto Flores-Cancún no nos quedan fuerza para soportarlo en un autobús de línea y no nos apetece pasar por Belice que es la única opción por carretera; el precio que debemos pagar para evitar ese trayecto es caro 145 USD mas 30 de tasas por persona, por 600 Km es aproximadamente 4 veces lo que costaría en España. Comemos un poco tarde en La Hacienda del Rey, un restaurante argentino sensiblemente mas caro que lo que venimos visitando hasta ahora pero lo peor es que las raciones son minúsculas; hoy cenaremos galletas, yoghurt y patatas fritas para compensar el gasto.
| Plaza Central |
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Domingo, 5/11/00 - (TULUM)
Hoy a las 7:40 sale el vuelo a Cancún. Salimos de Guatemala, lo que no sabremos hasta un poco mas tarde es que vamos a guatepeor; nuestra idea es encontrar un sitio tranquilo, cerca de la playa para descansar. El mexicano "vago" que encontramos en Lívingston, nos dijo que las cabañas de Don Armando, en Tulum, eran baratas y estaban muy bien; al llegar al aeropuerto de Cancún, intentamos confirmar los vuelos de regreso a España pero la oficina de Iberia, un cuartucho al que teníamos que acceder pasando por la sala de calderas de aeropuerto, permanecerá todo el tiempo cerrada a pesar que el letrero de la puerta dice: "Horario de 10 A.M. a 7 P.M.", ¡Mentira!, no aparece nadie.
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Cabaña en Tulum |
Los taxis-monopolio del aeropuerto de Cancún, pretenden nuevamente cobrarnos 45 USD por llevarnos a la ciudad, un robo, después de regatear acceden a llevarnos a Tulúm y dejarnos en el alojamiento elegido todo por 100 USD, la distancia es 10 veces superior a la de Cancún, el precio ahora es más razonable. En Tulum, después de visitar varias cabañas de todo tipo, empezamos a vislumbrar el problema: encontramos cabañas de paredes construidas con palos de madera y techos de palma, con sucios colchones por 100 Pesos/día, pero están totalmente aisladas y no tendremos ni donde comer sin dar un largo paseo bajo el sol de mediodía; visitamos otras mas lujosas con restaurante, salón de masaje, peluquería canina y manicura..., las cabañas están bien, son dobles, tienen ventanas y las camas son limpias amplias y bonitas suspendidas del techo cuentan con mosquitera tan amplia como la cama, pero no tiene baño privado, el precio: 50 USD por noche la cabaña doble. ¡10.000 Ptas. la noche y no tiene baño!, que me expliquen lo de la hostelería en este país, que no lo entiendo. Seguimos buscando y medio km. antes de llegar a las ruinas aparecen las cabañas de Don Armando, son tan básicas y sucias como las primeras, pero estas tienen restaurante y están cerca de las ruinas. Dormimos un poco la siesta soportando el ensayo de un argentino que intentaba, inútilmente, aprender a tocar el tambor, con dolor de cabeza y desesperación nos fuimos a dar un baño a la playa, preciosa, caribeña, con cocoteros que dan sombra y las ruinas al fondo, arena blanca, luminosa y llena de todo tipo de basura, miles de colillas, cristales rotos, plásticos y hasta jeringuillas hipodérmicas, que lástima de paisaje estropeado por energúmenos insensibles. La comida, tan básica como las chozas, la cena la intentamos en el restaurante de las cabañas contiguas, anunciaba paella, no era barata pero decidimos hacer un extra y darles una oportunidad... no pasan la prueba, se trataba de un rancho compuesto por arroz blanco hervido y unos pescados también hervidos, por separado y posteriormente mezclado para formar una ración mas bien justita. Para terminar el día, nos vamos a dormir, Pablo y Les deciden dormir en las hamacas que nos cedieron para instalas en la cabaña y caber todos en la misma cabaña, dichas hamacas no las han lavado desde la inauguración del negocio, huelen igual que el pelo de los perros cuando hace un año que no se bañan y de repente quedan empapados por la lluvia, insoportable hedor..., pasamos la noche, descansamos poco.
Lunes, 6/11/00 - (TULUM) |
Tulum |
A las 6 amanece, ya podemos salir de la choza, un paseo por la playa y desayuno en el restaurante del camping vecino, en esta ocasión en dirección norte, tan básico y malo como los otros. Salimos camino de las ruinas; esto sí justifica el desplazamiento, se trata de unas pequeñas construcciones pero el enclave es idílico, al borde de un acantilado, sobre un mar Caribe esplendido, de aguas azules y con una pequeña playa en el centro del conjunto arqueológico, ¡un lujo para la vista!, es una buena idea madrugar para estar solo en ese paraíso. Medio Km. al W. de las ruinas, encontramos un gran centro comercial, millones de baratijas y recuerdos del lugar, los precios de escándalo: compramos un paquete de galletas de 113 gramos, una bolsa de patatas fritas, una bolsa de nachos y una botella de litro y medio de agua, todo por 2.160 Ptas., ¡sin comentarios!. Al llegar a los servicios del "establecimiento turístico" donde estamos alojados, los baños no disponían de agua desde la noche anterior, me niego a describir su estado; cada vez que pienso que esto nos cuesta 4.200 Ptas./día y el servicio que recibimos a cambio, me pongo enfermo; al llegar a la puerta de nuestra choza "La marina", nos encontramos una nota para que pasemos por recepción a pagar, se han molestado en ponernos la nota, pero de limpiar mínimamente el interior de la cabaña, ni hablar, está tal como la dejamos o peor, pues la arena se va filtrando al interior por debajo de la desvencijada puerta. Tomamos la decisión: mañana nos vamos a Cancún.
Martes, 7/11/00 a sábado 11/11/00 (CANCÚN) |
Isla Mujeres |
Los últimos 4 días los pasaremos en Cancún, cuidándonos bien y descansando. Nos alojamos en el hotel Colonial, por un buen precio, y nos desplazamos casi a diario durante 3 ó 4 horas a la zona hotelera para disfrutar de las playas. Cancún no tiene ningún atractivo especial a parte de las playas, una excursión a isla Mujeres, para darse un baño y ver la barrera de coral, fue todo lo que hicimos esos días, el resto se pasó entre tacos, coronas, desayunos en 100% Natural, y tiendas de regalos. Para resumir habria que decir que Mexico es caro para hacer el viaje por cuenta propia, teniendo en cuenta además que la vida para los méjicanos es cara, pero como en cualquier país es cuestión de informarse bien y dar con sitios a precios y calidad razonables.