1.- La impresión siempre será perfecta cuando lo que imprimimos no tiene la menor importancia.
2.- La impresión siempre será rápida cuando disponemos de todo el tiempo del mundo.
3.- La cola de impresión bloqueará al sistema justo antes de acabar el documento.
4.- Tras imprimir un extenso documento, observamos que el tamaño de la fuente es demasiado pequeño e impide la correcta legibilidad del texto.
5.- Tras imprimir un extenso documento, observamos que el tamaño de la fuente es demasiado grande e impide la correcta distribución del texto.
6.- El maravilloso gráfico que hemos incluido en todas las páginas de nuestro documento, misteriosamente se ha transformado en una extraña mancha irreconocible una vez impreso el documento, potr supuesto, nos hemos percatado de esta anomalía en la última página.
7.- Mientras nuestro jefe de departamento espera impaciente el documento que nos había solicitado a la mayor brevedad, el papel ocasiona un grave atasco en la impresora que impide su correcto funcionamiento.
8.- Solucionado el atasco e impreso el documento con una calidad sorprendente, observamos una suculenta mancha de tinta en nuestra camisa que intentamos disimular inútilmente sin conseguirlo hasta que un compañero de departamento nos sugiere que utilicemos la chaqueta como única solución al problema.
9.- Decididos a enfrentarnos a la cruda realidad (nuestro jefe ha telefoneado ya dos veces desde la sala de juntas interesándose por el susodicho documento en tono amenazante), momento en el cual nos percatamos de que nuestro índice, pulgar y corazón, han sellado con tinta de forma indeleble el anverso y reverso del documento en cuestión. Minutos más tarde, se nos comunica el irreversible finiquito y despido de la empresa.
10.- Una larga impresión jamás genera errores antes de que la barra de progresión no haya cubierto el 95% de su recorrido.
