Exordio en contra del odio, la segregación y el racismo
Muertos por Dentro
Seis humanos quedaron atrapados
en un lugar oscuro e intensamente frío.
Según dice la historia,
cada uno poseía un pedazo de madera.
Mas por falta de leña la lumbre que tenían
se extinguía.
El primero retuvo su leño
porque notó que era negro
uno de los rostros que había alrededor
del fuego.
El siguiente, al mirar al frente,
vio a uno que no era de su iglesia,
por eso fue incapaz de echarle al fuego
su astilla de abedul.
El tercero se ajustó el saco andrajoso
y pensó:
¿Por qué poner mi leño
al servicio de este rico ocioso?
El rico meditaba en la riqueza
que tenía acumulada
y en cómo protegerla
del pobre tonto y perezoso.
En el rostro del hombre negro se
adivinaba la venganza.
Mientras el fuego se apagaba,
todo lo que veía en su madera
era una oportunidad de herir al blanco.
El último hombre de este miserable grupo
no fué la excepción.
Si los demás no daban,
¿por qué habría de dar él?
Los leños que apretaban las manos
congeladas por la muerte
fueron la prueba del pecado humano.
No es que se hubieran muerto del frío,
era que ya estaban muertos por dentro.
- - -
'Primero vinieron por los comunistas y no dije nada
porque yo era socialista
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada
porque yo era un obrero
Despúes vinieron por los judíos y no dije nada
porque yo no era judío
Entonces vinieron por mí y no queda nadie
para decir algo por mí'
